Málaga

frente al temporal

Una persona, refugiada entre cartones.

Una persona, refugiada entre cartones. / m. h.

En soportales, en cajeros automáticos, en vehículos o debajo de un puente. Los integrantes de las Unidades de Emergencia Social (UES) de Cruz Roja atendieron el miércoles por la noche a medio centenar de personas sin hogar en la capital malagueña. La cifra va en aumento. Desde jóvenes que con 19 años ya duermen a ras del suelo hasta mayores de 70. Cinco voluntarios de la ONG recorren las calles tres días a la semana -lunes, miércoles y viernes- durante todos los meses del año. Manuel Gil, uno de ellos, recalca que, aunque no solo actúan cuando arrecia el frío, las bajas temperaturas registradas esta semana les ha llevado a incrementar los recursos que ofrecen: un kit de higiene, sacos de dormir, bebidas calientes, bocadillos de jamón de pavo o queso, galletas, gorros, guantes y bufandas.

Son las 20:00 y, tras la recogida de los termos de Cola-Cao, comienza la búsqueda de los sin techo por la ciudad. Inician así una ruta que tienen establecida desde hace varios años y que va de una punta a otra de Málaga. La Plaza de la Merced, la Estación de Autobuses, la Alameda Principal, los Jardines de Huelin, Tomás de Echevarría, Mauricio Moro y la zona de Correos son algunos de los puntos en que saben casi a ciencia cierta que encontrarán a necesitados. "Muchos incluso nos están esperando. Son muy agradecidos", cuenta el voluntario, que ha llegado a ponerle sus calcetines a un hombre que estaba descalzo.

Detrás de cada rostro se esconde una historia cuanto menos amarga. Algunos han llegado a la capital esperanzados en estrenar una nueva vida con un empleo, que termina siendo un engaño. Otros llegaron para ocuparse de las labores de la vendimia y, cuando cae la noche, duermen entre cartones. "La gente no conoce la realidad de los sin hogar. Hemos visto a un compositor, a profesores, gente con idiomas, gestores administrativos... Esto es como una tortilla, hoy estamos bien pero mañana podemos vernos en la calle", reconoce Manuel.

La labor de los voluntarios también se basa en convencerles de los beneficios de pernoctar en el albergue municipal, donde además pueden asearse. Si persisten en su idea de seguir a la intemperie, les facilitan comida, mantas y ropa de abrigo. "El miércoles nos dijeron que no recordaban una noche tan fría en Málaga. No es la primera vez que llamamos a una ambulancia. Cuando están desorientados, vamos con ellos hasta donde haga falta", relata. La ruta acaba entre las 00:30 y la 1:00.

También el Ayuntamiento ha establecido un operativo especial para estos días por la ola de frío. El objetivo es prevenir la hipotermia de las personas en esta situación, y en particular de aquellos en estado de embriaguez y/o bajo los efectos de tóxicos. Durante este periodo permanece abierto el módulo anexo al Centro de Acogida Municipal (CAM) acondicionado para 24 personas. Asimismo, el Hogar Pozos Dulces pone a disposición diez plazas, a las que se suman las 20 del centro de acogida nocturna Calor y Café de Cáritas.

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