La Guardia Civil ha detenido en una operación contra el narcotráfico a dos guardias civiles, uno de ellos destinado en la Comandancia de Málaga, y a un agente de la Policía Nacional. Los tres agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado han sido arrestados como presuntos colaboradores de una organización dedicada a introducir hachís procedente de Marruecos a través del puerto de Algeciras.

El agente de la Comandancia de Málaga presumiblemente se encargaba de dar escolta y asegurar los traslados del estupefaciente desde que salían del puerto algecireño.

La Guardia Civil informó ayer de que la operación, en la que se han intervenido 300 kilos de hachís, se llevó a cabo en la madrugada del jueves al viernes, cuando los agentes del puerto de Algeciras sospecharon de que uno de los coches que viajaba en el ferry procedente de Tánger llevaba droga.

La red de narcotráfico contaba con la ayuda del agente de la Policía Nacional y de los dos miembros de la Guardia Civil, que, entre otras funciones, les prestaban cobertura para pasar los diferentes filtros policiales.

Una vez pasados esos filtros, un vehículo les esperaba a la salida de la zona de registro de vehículos procedentes de los barcos de Ceuta y Tánger, ocupado por un agente de la Guardia Civil destinado en la Comandancia de Málaga y un ciudadano español, que eran los encargados de darles protección y escolta hasta su destino.

Los agentes que integraban el operativo antidroga interceptaron de madrugada los dos vehículos implicados entre la salida del puerto y el túnel de acceso norte y detuvieron a sus ocupantes, el guardia civil y dos españoles de origen marroquí.

Posteriormente, los investigadores se dirigieron al puerto de Algeciras, donde detuvieron al policía nacional y al guardia civil que habían facilitado el paso del vehículo por la aduana.

El registro del vehículo reveló la presencia de 300 kilos de hachís en un doble fondo practicado en la parte trasera y en la base del automóvil.