Málaga

Robos de droga, una guerra sin cuartel

  • Narcos que se asaltan entre sí y acaban pagando con sangre su deuda, un fenómeno en auge en la Costa del Sol, escenario de dos muertes en cinco días

Una guerra sin cuartelRobos de droga

Una guerra sin cuartelRobos de droga

Los roles están bien definidos. Unos se encargan de custodiar, transportar y distribuir la droga. Otros tienen encomendada la tarea de sustraérsela a narcos en un intento por arrebatarle un negocio demasiado goloso para los más jóvenes. Son pocos los que se atreven, pero terminan pagando con su muerte la deuda contraída. Los vuelcos -como se conoce en el argot policial al robo de estupefacientes entre traficantes para revender la mercancía a otros grupos criminales- se erigen en una guerra sin cuartel. Un golpe rápido con el que embolsarse varios millones de una sola vez. La operación Galeón-tableta, una de las más recientes desarrollada al alimón entre la Policía Nacional y la Guardia Civil, permitió hace unas semanas sacar a la luz uno de los ejemplos. Los investigadores destaparon una organización asentada en Manilva que, supuestamente protagonizó, además de persecuciones y tiroteos vinculados al narcotráfico, robos violentos de droga y dinero. Hubo 23 detenidos en Málaga y Cádiz y se decomisaron más de 3.000 kilos de hachís.

Los almacenes -o las llamadas guarderías de droga- suelen ser los escenarios más habituales para cometer estos asaltos, en los que se debe burlar la vigilancia impuesta por narcos armados en la mayoría de los casos. La tarea, según fuentes policiales, entraña aún más dificultades en las playas, donde es frecuente que acudan un mayor número de traficantes para descargar la sustancia con idea de distribuirla en países de Europa. "Caen en la droga del dinero fácil, que es la más potente que existe y muy adictiva. El problema es la juventud de los nuevos traficantes, que no han conocido otra cosa. El dinero les vuelve loco, más violentos y sin ningún temor a la ley", indican las fuentes, que precisan que, en el caso de Marbella, suele haber un ajuste de cuentas "cada seis meses por guerra entre bandas", lo que no implica, sin embargo, "que haya más criminalidad, al menos desde el punto de vista policial". En Marbella, cabe recordar, también se produjo la caída del presunto capo gallego de la cocaína Sito Miñanco, que hacía uso de un taller para, supuestamente, falsear facturas de compraventa de vehículos. "La Costa del Sol es muy segura, pero las bandas siguen actuando, se detienen a unos y estos son sustituidos por otros", explican varios investigadores, al tiempo que reconocen que el foco de atención está en Algeciras, sumida en una lucha contra el narcotráfico.

En un mes ha habido además tres episodios con armas en Marbella y Fuengirola

La hipótesis que se maneja es que los últimos crímenes en la provincia tienen un denominador común. Responden a ajustes de cuentas que no parecen guardar relación. "La mayoría ocurren porque alguien se ha quedado con la droga o ha mentido diciendo que se la han intervenido", señalan policías consultados, que plantean la "legalización o control de la venta de droga, aunque esto -aseveran- no interesa a nadie". "Controlar la entrada y movimiento de estas sustancias podría suponer una forma segura de lucrarse con un menor riesgo", añaden otros.

En cinco días, dos hombres han sido asesinados y un tercero, secuestrado. Uno de ellos, conocido como El Maradona, fue acribillado a tiros en su vehículo tras salir de la iglesia Virgen del Rocío, en San Pedro Alcántara, donde su hijo había recibido la Primera Comunión. El autor huyó en una motocicleta y aún no ha sido detenido. Ese mismo día liberaron a un hombre tras permanecer maniatado.

También se sigue investigando el supuesto secuestro que una semana antes sufrió una pareja a la que arrojaron en una cuneta de la A7, junto al Hospital Costa del Sol de Marbella. La mujer, colombiana, explicó que ambos habían sido torturados y que les habían robado un todoterreno, el mismo en el que los raptores se fugaron tras arrojarla junto a su marido por un terraplén. La autopsia reveló que el hombre, ucraniano, recibió disparos que le causaron la muerte.

Otros tres episodios violentos han puesto en alerta a la Policía. Dos individuos resultaron heridos por arma de fuego durante la madrugada del día 4 en el puerto deportivo de Fuengirola. Unos días después, un hombre acudía con un disparo en el abdomen a un centro médico. A finales de abril, fue hallado en Campanillas el cadáver con numerosas puñaladas de un individuo cuya familia había denunciado su desaparición.

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, en una visita que realizó el lunes a la Comisaría de Marbella, relativizó estos asesinatos y pidió que se evite "sembrar alarma", ya que "no ocurren todos los días. No obstante, aseguró que no habrá "impunidad con las mafias que trafican con droga en la zona ni con las personas que actúan con violencia inusitada", y se refirió a la tendencia a la baja de la criminalidad, que estos casos han roto.

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