Málaga

Un hogar fuera del hogar

  • La Fundación Ronald McDonald inaugura en Málaga una casa, la segunda de España, en la que se acoge de forma gratuita a familias con niños enfermos de larga duración

A los padres se les viene el mundo encima cuando los doctores le avisan de que su hijo o hija tiene alguna enfermedad grave que precisa de un prolongado cuidado médico. Pasada esa primera y fuerte impresión, se pasa a la acción y es aquí cuando vienen los problemas colaterales. Si no hay un hospital infantil de garantías en su municipio debe trasladarse a otro, pero hay que tener cuenta que el tratamiento puede durar semanas o incluso meses y que la mayoría de las familias no pueden afrontar el pago continuado de un hotel. La Fundación Infantil Ronald McDonald, propiedad de la conocida cadena de hamburguesas, pensó en ese dilema y decidió abrir casas próximas a centros hospitalarios para atender a esas familias de forma gratuita durante el tiempo que fuera necesario. La idea surgió en 1974 y hoy en día esta fundación tiene 313 residencias repartidas en 31 países. En España solo existía una, inaugurada en 2002 en Barcelona, hasta ayer en que se abrió otra casa en Málaga situada junto al Hospital Materno Infantil.

A fuerza de voluntad y de dinero -la inversión ha ascendido a 2 millones de euros aportados por la fundación- se ha conseguido poner en servicio este recinto en un tiempo récord, ya que la Diputación de Málaga le cedió el espacio de forma desinteresada en abril de 2010 y ya es una realidad.

La casa tiene 14 habitaciones familiares con cabida para cuatro personas cada una, así como cocina comunitaria, sala de juegos, biblioteca, salones, lavandería o gimnasio. "Se hace realidad un sueño", subrayó Patricia Abril, presidenta y directora general de McDonald's en España, quien hizo hincapié en que con esta serie de actos la multinacional de origen norteamericano "quiere devolver a la sociedad parte de lo que recibe". En este sentido, el 0,1% de todas las ventas realizadas en España se destina a la fundación para hacer, entre otras cosas, este tipo de proyectos solidarios.

La casa puede ser ocupada por familiares con niños cuyas enfermedades tengan un tratamiento largo, aunque no tiene por qué ser necesariamente cáncer. También está abierta a pacientes que tengan, por ejemplo, cardiopatías. El único requisito que se pide es que la enfermedad del menor no presente incompatibilidades con enfermos inmunodeprimidos. Por otra parte, pueden acceder a esta residencia familias de la provincia de Málaga, del resto de Andalucía, de España y hasta internacionales. Será el equipo médico el que proponga el ingreso de la familia en estas viviendas en función de su situación socioeconómica, la tipología de la enfermedad y el estado anímico de la familia afectada.

En Barcelona, junto al hospital Vall d'Hebrón, se han atendido en esta década a 490 familias con 2.142 ingresos procedentes de toda España. Málaga acaba de abrir sus puertas y, en breve, se inaugurarán otros dos recintos en Valencia y Madrid. Como "un hogar fuera del hogar" definen los miembros de la fundación a este tipo de viviendas que ayudan, en unos momentos muy difíciles, a miles de familias.

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