Málaga

La hucha rota de los grandes convenios

  • El Ayuntamiento apenas ingresa 53 de los más de los más 220 millones previstos con las operaciones de Repsol, Sánchez Blanca, Térmica Martiricos y Hoyo de Esparteros

Vista de la parcela de Repsol.

Vista de la parcela de Repsol.

Trece años después de la firma del primero de los grandes convenios urbanísticos con los que el Ayuntamiento de Málaga pretendía llenar las arcas municipales con hasta 220 millones de euros, la ciudad solo puede presumir de haber ingresado 53 millones, apenas el 24% de lo programado. A ello se une que el equipo de gobierno del PP tampoco ha podido materializar hasta la fecha los derechos edificatorios con los que aceptó que se le compensaran los 128 millones que renunciaron a abonar los promotores de suelos de Térmica y Repsol. Unos aprovechamientos que, dada la depreciación de los valores inmobiliarios, difícilmente podrá traducir en caso de encontrar comprador en las sumas previstas en su día.

El fracaso en la estrategia diseñada por los responsables municipales fue puesto ayer sobre la mesa por el grupo Málaga para la Gente, que en la próxima Comisión de Ordenación del Territorio reclamará la creación de instrumentos que permitan conocer en detalle el estado de cada uno de estos acuerdos.

Al impago de buena parte de estos compromisos se une el que apenas una de estas grandes intervenciones urbanísticas, con las que se pretendía transformar el modelo de ciudad, está en marcha. Ni las cuatro torres dibujadas en los antiguos suelos de Repsol, ni la nueva Acera de la Marina planificada al final del paseo de poniente, ni las 3.443 viviendas programadas en Sánchez Blanca, ni el hotel diseñado por Rafael Moneo están activos. Sólo el proyecto de Martiricos, que incluye una torre de 30 plantas, está en obras, aunque afectado seriamente por los hallazgos arqueológicos y por los necesarios ajustes técnicos.

El último escollo con el que se ha topado el Ejecutivo local es el de Sánchez Blanca, una gran urbanización promovida en origen por Prasa en la zona oeste de la capital de la Costa del Sol (retomada posteriormente, mayoritariamente, por Unicaja). El acuerdo suscrito en 2004 marcaba la obligación de los promotores a abonar al Consistorio 55 millones de euros, de los que solo fueron satisfechos 28,4 millones. Tras un largo proceso de negociación, la Gerencia de Urbanismo accedió a aplazar el pago de los restantes 26,7 millones en cinco años a contar desde la firma de la adenda en 2012. Un periodo que culmina sin que se haya solventado la deuda.

Este hecho ha provocado que el Consistorio haya instado a las empresas hoy vinculadas a la actuación a que cumplan el pacto existente tras rechazar las alegaciones formuladas. De acuerdo con los datos, la deuda se sitúa en unos 44 millones, dado que a la suma principal hay que añadir otros 15 millones en concepto de intereses.

Se da la circunstancia de que la adenda a este convenio autoriza al Ayuntamiento "a proceder a la reparcelación forzosa", adjudicándose techo edificable por las cantidades pendientes de abono "a razón de 426,21 metros cuadrados de techo libre de cargas incluso de urbanización". Ello, tomando en consideración la cuantía principal (la parte de intereses se determinaría por otra vía), se traduciría en 66.633 metros de techo de un total de 348.120 que tiene el sector.

De cumplirse esta última previsión, Urbanismo seguiría llenando la bolsa de aprovechamientos de las que hoy dispone gracias, en buena medida, a los acuerdos de Repsol y Térmica. En ambos casos, las promotoras de estas intervenciones acabaron logrando el beneplácito municipal en su aspiración a sustituir el dinero que adeudaban por derechos edificatorios en estos sectores. En el caso de Repsol, de los 82 millones pactados en 2006 con Comarex, la propietaria original, apenas se pagaron 12 millones. Los 70 restantes fueron compensados con 83.311,34 unidades de aprovechamiento sin urbanizar, lo que le otorga derecho a 502 viviendas libres (en tres torres de 32, 30 y 28 plantas), 400 VPO, dos pastillas de uso terciario, con 25.244 metros de techo; cuatro solares para equipamientos públicos, doce zonas verdes libres y varias más para viales.

En Térmica, Nueva Marina Real Estate, mayoritariamente integrada por Endesa, eludió hacer frente a los 58 millones que se comprometió a pagar por el incremento edificatorio otorgado a la parcela. Un primer pago quedó fijado en 40 millones, cifra que creció en otros 20,3 por los intereses acumulados. La firma incluso llevó a los tribunales al Consistorio en su intento por anular el acuerdo. Finalmente, las dos partes acordaron que el pago se realizase también con aprovechamientos, con los que el Ayuntamiento puede levantar 300 viviendas libres, 270 VPO y 11.000 metros cuadrados de techo para comercios, oficinas y uso hotelero.

Del convenio de Martiricos, de 2006, los promotores pagaron en metálico la mitad de los 23 millones previstos, a los que sumaron posteriormente otros dos millones. El acuerdo alcanzado con Urbanismo años les habilitaba a afrontar los restantes millones con obras en el sector, de las cuales se desconoce su estado actual.

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