Málaga

El peor incendio forestal desde 2001 arrasa unas 750 hectáreas tras dos días activo

  • El grupo de investigación del Infoca baraja la quema de restos agrícolas como la causa del fuego que se expandió con mucha rapidez debido al intenso viento

Desde 2001 la provincia de Málaga no se había visto marcada por un desastre ambiental de tales características y mucho menos en pleno invierno. El incendio que el sábado antes del mediodía se declaró en Pujerra se ha saldado con la peor cifra de superficie forestal afectada en los dos últimos años en toda la comunidad andaluza tras más de dos días activo. Alrededor de 750 hectáreas de pinos alcornoques y castaños del Valle del Genal y Sierra Bermeja, según las fuentes oficiales del dispositivo contra incendios del Infoca, y más de mil, según colectivos y vecinos de la zona, fueron arrasados por un fuego que se sospecha que se originó por una hoguera mal apagada o el descontrol de una quema de restos agrícolas debido al intenso viento que soplaba ese día en la zona.

La Brigada de Investigación de Incendios Forestales del Infoca aún no ha emitido el informe definitivo sobre la causa de este gran incendio -considerado así cuando se queman más de 500 hectáreas-, aunque todo apunta a esta hipótesis. El consejero de Medio Ambiente, Juan José Díaz Trillo, dijo ayer que "no parece que haya sido intencionado" e insinuó la posible causa al hacer un llamamiento a la precaución en las labores de quema agrícola -una actividad que solamente está prohibida entre los meses de junio y octubre considerados los de mayor riesgo de incendios-, sobre todo ante las inexistentes previsiones de lluvia inmediata.

De haberse cometido esa negligencia, lo que sí se sabe a ciencia cierta es que las extremas condiciones meteorológicas registradas el fin de semana hicieron el resto. Bajas temperaturas incluso por debajo de cero grados, humedades relativas inferiores al 30% y una velocidad del viento de hasta 40 kilómetros por hora de viento facilitaron la rápida propagación de las llamas y la topografía abrupta de la zona dificultó a su vez las tareas de extinción. Eso hizo que hasta ayer a las 18:00 de la tarde el dispositivo del Infoca no pudiera dar por controlado, que no extinguido, el incendio que ha afectado a los términos municipales de Pujerra, Benahavís, Jubrique y Júzcar, y que obligó a activar el nivel 2 de emergencia con la participación incluso de más de 200 efectivos de la Unidad de Emergencias Militar (UME).

Una vez que el fuego quedó controlado, los medios aéreos que estuvieron operando ayer (4 helicópteros y 1 avión de coordinación) se retiraron, mientras que permanecieron en la zona cuatro retenes formados por 21 especialistas, junto con un vehículo autobomba y un técnico para efectuar durante la noche las habituales tarea de vigilancia y si fuera necesario refresco.

Desde el pasado sábado, el dispositivo Infoca movilizó recursos de casi todas las provincias andaluzas para participar en las tareas de extinción de este siniestro, lo que ha permitido el despliegue permanente en la zona de más de un centenar de efectivos y sus correspondientes relevos, junto con el apoyo de medios terrestres y aéreos. También participaron efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga.

Los efectivos de extinción lograron durante la madrugada del domingo al lunes hacerse con el control del último frente que quedaba activo, tras dos intensos días de lucha contra las llamas que llegaron a ser críticos en algunos momentos. El viento ha sido el gran protagonista negativo, que obligó en la primera jornada a suspender la acción de los medios aéreos en algunos de los picos más altos de Sierra Bermeja, lo que hizo que las llamas se propagasen sin ningún tipo de control y causaron el daño más considerable en esta zona.

Mientras tanto, ayer el trabajo principal consistió en asegurar el perímetro del incendio con el objetivo de que no se produjesen reproducciones en la zona más sensible, aunque no faltaron los conatos en distintos puntos. Uno de los más importantes se produjo sobre las 16:00, cuando las llamas prendieron en una zona próxima al puerto del Chaparral. Además, también se tuvieron que dirigir a la zona varios retenes del Infoca y un camión autobomba. Finalmente, todo quedó en su susto y se consiguió evitar la reproducción del fuego en uno de los puntos más delicados

A lo largo de todo el día no paró el ir y venir de retenes por los diversos carriles que corren toda la extensión quemada, eliminado cualquier tipo de rescoldo o restos de madera que todavía se encuentran ardiendo dentro de la zona quemada. Aunque la época de peligro alto de este tipo de siniestros comprenda del 1 de junio al 15 de octubre, la escasez de precipitaciones hasta el momento con la práctica ausencia de lluvias, junto con las temperaturas extremas, favorecieron la desecación de la vegetación de la zona y la propagación del primer gran incendio forestal de la década. Pese a las especiales condiciones de este invierno, la Junta no tiene previsto adelantar la incorporación del dispositivo de extinción de incendios.

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