Málaga

"Me han indultado pero no puedo pagar los 30.000 euros que se me exigen"

  • Guillermo García fue condenado por golpear a otro que estaba agrediendo a un anciano en la calle

"Me concedieron el indulto pero pretenden que pague 2.200 euros todos los meses hasta alcanzar los 30.000 que me exigen de responsabilidad civil. Ni siquiera una persona que esté trabajando puede hacer frente a esa cantidad. Sólo tengo para abonar 40 ó 50 euros al mes". Son las palabras de Guillermo García, de 52 años, que siente que la vida le ha sonreído sólo a medias. Sobre él pesa una condena por homicidio en grado de tentativa.

Su caso, publicado por El País este domingo, se remonta al año 2009, cuando se vio implicado en una agresión que poco después le llevaría a la cárcel. "Vi cómo un individuo estaba pegando a una persona mayor. Me metí en medio; entonces el hombre me atacó con un cúter. Me hizo cortes en la cabeza y cogí una botella que había cerca para defenderme", contó Guillermo a este periódico. Después, según detalló, pidió al conductor de un vehículo que le llevara al hospital porque la ambulancia "no encontraba la calle" en que se había producido la reyerta. "Me estaba desangrando. El hombre al que golpée me cortó la frente y aún tengo una cicatriz. Él salió peor parado. Estuvo un tiempo en coma, pero yo no soy capaz de matar ni a una mosca", dijo.

El anciano por el que Guillermo se enfrentó al supuesto agresor, según reconoció, "salió corriendo asustado y no se enteró de lo que sucedió unos minutos después", lo que le impidió demostrar que había actuado "en defensa propia".

Durante cinco meses y medio, Guillermo permaneció ingresado de forma preventiva en la cárcel de Alhaurín de la Torre y, desde enero de 2012, comenzó a cumplir la pena de 42 meses que el juez le había impuesto. "En un principio me pedían 9 años, pero gracias a mi abogada he conseguido que me rebajen la condena", destacó.

Tras pasar por el módulo de respeto, que, recalcó, está reservado "a la gente selecta de la prisión", se le concedió el tercer grado penitenciario y hace cinco meses fue trasladado al Centro de Inserción Social, donde debe estar entre las 23:00 y las 13:15. El resto del día trata de aprovecharlo en la medida de lo posible. "Estoy haciendo un curso de orientación laboral. Vamos intentando tirar con los 400 euros que cobra mi mujer", expresó el hombre.

El buen comportamiento que ha mantenido todo este tiempo en la prisión, su expediente penal impoluto y sus responsabilidades familiares contribuyeron a que el Ministerio de Justicia le concediera el indulto, pero, a cambio, debe abonar 30.000 euros de indemnización. "Ya tendría que estar pagada. No tengo los 24.000 euros que aún me faltan. Vivimos en un piso de mi padre. Intento pagar cada mes lo que puedo", aseveró Guillermo.

Hasta que consiga la libertad condicional, que según matizó podrían otorgarle el próximo mes, tiene prohibido optar a subsidios o trabajos. "Cuando lo logre y salga de aquí me darán una paga, pero yo no la quiero. Lo primero que haré será buscar empleo", relató el preso, quien se mostró esperanzado en recuperar su puesto en la empresa de construcción donde trabajaba desde hace 9 años. "Me han prometido que contarán conmigo. Les ha afectado mucho lo que me ha pasado", manifestó.

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