juegos de azar

Así es el juego del bingo en las peñas

  • En ocasiones se superaría el límite establecido por la ley andaluza

La Federación Malagueña de Peñas está entre la espada y la pared. Una deuda acuciante que salió a la luz el pasado 30 de abril en una asamblea casi cismática destapó la caja de los truenos de una organización que tras medio siglo continúa siendo referencia entre la tercera edad como vía de entretenimiento y actividades. Ahora está al borde de la desaparición gracias, en parte, a una actividad que ha ganado suma importancia con el paso de los años: el bingo.

Este juego de azar ha sustituido a buena parte de las actividades que la Federación de Peñas promovía en materia de cultura o deporte, según el que fuera responsable de la gestora de la organización hasta mediados de esta semana, Rafael Trigos. "Nuestro colectivo se ha dedicado últimamente a no hacer las actividades culturales relativas a nuestra labor, sino que muchas peñas se han dedicado a hacer bingos los fines de semana, que parece que es lo único que les interesa", señala.

La legislación andaluza en lo que corresponde al juego del bingo, contemplada en el decreto 65/2008, es muy clara con respecto a los límites en los que se puede jugar como mero pasatiempo sin estar cometiendo una ilegalidad: "Siempre que la apuesta máxima por cada persona participante y en cada partida no supere el importe de 20 céntimos de euro y al mismo tiempo el importe total jugado en cada sesión tenga un valor inferior al doble del salario mínimo interprofesional diario".

El salario mínimo interprofesional diario es actualmente de 24,53 euros al día, siendo su doble la cantidad de 49,06 euros. Se trata de una cifra superada en multitud de ocasiones. Trigos indica que hay peñas cuyos premios superan ese límite: "Si tú juegas 6 o 7 horas, como se hace en muchos sitios, se supera el doble del salario mínimo interprofesional. Hay premios bastante importantes e incluso hay algunos sitios en los que llegan a los 70 u 80 euros de premio", superando así el tope por ley.

Jugadores de bingo en algunas de las peñas de la ciudad consultados por este periódico indican que, en algunas, no es necesario siquiera ser socio para participar, sino que lo único que hace falta es que haya sitio en el local, ya que a veces ni siquiera lo hay. Las fuentes consultadas indican que no hay ningún tipo de irregularidad en el precio del cartón, ya que se venden a los 20 céntimos estipulados por la legislación, aunque sí indican que cada tres partidas hay una de 50 céntimos el cartón, en las que las ganancias se duplican.

La peña a la que acuden los consultados por este diario empieza a jugar a partir de las 16:00 y prolonga las partidas hasta ya entrada las 21:00. En ella hay un bar con aperitivos y refrigerios a precios asequibles. Como en todas las peñas la gran mayoría de los participantes son personas mayores, si bien las fuentes aseguran que también hay algunos grupos de gente más joven. Las partidas con los cartones a 20 céntimos suelen reportar unos 20 euros al ganador, mientras que las especiales -las que rozarían la ilegalidad- el beneficio ronda los 50 o 60 euros.

Trigos considera que las más de 30 peñas que realizan las prácticas de bingo sostenido durante horas reportaban un beneficio sustancial a la federación: "La federación se puede quedar con un 20 o un 30% de lo que entra en los bingos. Y al final es un dinero". Por su parte, Miguel Carmona, ex presidente de la Federación hasta su dimisión el mes pasado, niega que haya fomentado el bingo en sus años de gestión: "Lo que hay en las peñas es un juego familiar con un cajón, con unos números de lotería, y echan una hora u hora y media de entretenimiento. Lo otro no existe".

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