Un abogado malagueño ha aceptado una condena al pago de una multa de 5.850 euros y a una indemnización de 12.000 en concepto de responsabilidad civil por calumniar a varios jueces de Marbella. La sentencia, emitida por el Juzgado de lo Penal número 4 de la capital y que es firme, recoge que el letrado dirigió a los de Instrucción número 5 de Marbella y Violencia sobre la Mujer número 1 de Marbella cinco escritos firmados por él y su cliente en los que se atribuía a magistrados y secretarios judiciales la perpetración de delitos de prevaricación, falsedad documental e infidelidad en la custodia de documentos. Les acusaba, entre otros, de haber destruido y ocultado pruebas en causas en las que estaba personado.

Durante la celebración de la vista oral, el abogado, ahora condenado por un delito continuado de calumnias, se retractó públicamente y reconoció la falsedad de las imputaciones que había efectuado, mostrando así su conformidad con las acusaciones. En uno de los escritos, emitido en junio de 2014 al Juzgado de Instrucción 5 de Marbella por el que interponía un recurso de reforma y apelación contra un auto, tachaba a un magistrado de tener la "evidente intención de confundir y engañar a los de la sala competente". Asimismo, recalcaba que el auto dictado carecía del "más mínimo sentido de la Justicia". En otro apartado, esgrimía que su "señoría parece querer proteger a un letrado". "¿No cabría pensar al hilo de lo expuesto que se está poniendo en evidencia con la injusta resolución pretendiendo cerrar la causa? ¿Qué le debe al letrado para estar jugándose su carrera de magistrado juez por intentar tapar a ultranza los presuntos delitos de este individuo, sin tan siquiera investigarlos?", aseveraba.

Calificó a un magistradocomo el "alma máter de la corrupción en juzgados de Marbella"

También acusaba al titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Marbella de ser "amiguete y protector" de otro letrado y "pretender sobreseer, a sabiendas de las injusticias que estaba cometiendo, sin que ninguna de las denuncias haya tenido eco en ningún juzgado", lo que demostraba, apostillaba, "la corrupción imperante en el sistema". En la misma línea, arremetía contra otro juez, al que tildaba como "el alma máter del entramado de corrupción existente en algunos juzgados de Marbella" y de haber "consentido y bendecido todas las miserables maniobras, expoliaciones y limitaciones ilegales de derechos" que su representado "venía sufriendo". Además, sostenía que este mismo magistrado "había dictado ya varias resoluciones injustas y prevaricadoras" y le reprochaba, en falso, haber dejado "que se consumara el delito en su presencia".

A otro instructor, el condenado le achacaba su "actuación errática, ilegal y carente de imparcialidad", en distintos procedimientos penales, mientras que también criticaba el "cinismo" de uno de los magistrados, al que culpaba de ignorar sus obligaciones legales" e intentar "enmascarar el asunto, bajo una apariencia de legalidad de la que carecía". Denunciaba además que en varios juzgados de Marbella "reina el silencio y la no notificación a la parte a la que quieren engañar, para que no pueda comparecer en la causa, manipulándola".

El abogado llegó a hacer un "llamamiento" a un nuevo fiscal jefe de área para que los magistrados no "deshonraran el ejercicio de la función jurisdiccional, en vez de mofarse de la misma".