Las listas de espera en la sanidad pública empeoran. Los datos no tienen paliativos: ahora hay que esperar más que en junio pasado para una operación, una cita con un especialista o una prueba diagnóstica. Málaga es además la provincia andaluza donde más hay que aguardar para una intervención, en la que más debe esperarse -junto con Sevilla- para una consulta y la segunda de la comunidad -después del territorio hispalense- en la que más tarda una prueba.

No obstante, los datos del Servicio Andaluz de Salud (SAS) publicados ayer reflejan que en todos los apartados se cumplen los topes de espera que se autoimpuso el SAS y que son de 180 ó 120 días para las operaciones, 60 para una primera consulta con el especialista y 30 para una prueba diagnóstica. Según la administración, ni un sólo paciente espera por encima de esos plazos por causas achacables al sistema sanitario.

Pero aún así, los datos de Málaga son apabullantemente malos en comparación con el resto de Andalucía. Con 62 días de demora media, Málaga encabeza la tardanza para una operación (El tope es de seis meses). Le siguen Granada (59) y Sevilla (58). Las tres provincias se sitúan por encima de la demora media de Andalucía (57). Pero si en lugar de compararlos con otros territorios, los datos se analizan en el tiempo, los resultados también son negativos. En junio pasado, cuando el SAS publicó las listas de espera, en Málaga había que aguardar 56 días. A diciembre pasado -que son las cifras publicadas ayer-, la espera era de 62 días.

A finales de 2009 había 11.787 malagueños aguardando una intervención, lo que supone 899 más que en el anterior corte hecho el verano del año pasado, cuando el total era de 10.888. En términos absolutos, en la actualidad Sevilla tiene más pacientes en lista de espera quirúrgica (12.225) que Málaga, sin embargo su demora media para entrar en quirófano es menor.

Dentro de esos 11.787 pacientes que aguardan una intervención, hay 6.114 que por su patología -muy grave o muy frecuente- tiene derecho a ser operados en apenas 120 días. También en este apartado Málaga sale mal parada: nuevamente es la provincia andaluza en donde los pacientes esperan más. En concreto, una media de 54 días, cuando el promedio autonómico es de 50. Pero si se comparan los datos de diciembre pasado con los de junio de 2009, el resultado tampoco es positivo. Porque entonces estos pacientes esperaban 47 días y ahora tienen que aguardar una semana más. Además, entonces había dentro de este subtotal 5.347 enfermos y ahora hay 6.114.

En consultas externas (el tope son 60 días), las cifras también dejan a Málaga en el peor lugar, junto con Sevilla, con una demora de 50 días para una primera cita con un especialista. Ambas están por encima del promedio andaluz, situado en 48 días. En términos absolutos, con respecto a junio pasado, mejora la situación en Málaga porque hay 645 pacientes menos esperando. Pero empeora el panorama provincial en cuanto al tiempo que deben aguardar los enfermos ya que frente a los 43 días de espera en junio se pasó a 50 en diciembre.

Las listas de espera de pruebas diagnósticas dan algún respiro a Málaga. Pero no mucho. La provincia no es la peor de Andalucía, pero con 23 días de demora media (el tope es de un mes) se ubica en segundo lugar después de Sevilla (24 días). Además, también en comparación con los datos provinciales de junio pasado, la situación va a peor. Entonces, los malagueños tenían que esperar una media de 18 días, una tardanza que se ha incrementado en cinco jornadas. No obstante, mejora el panorama en términos absolutos ya que entonces había 4.159 enfermos en lista de espera y a finales de diciembre de 2009 había 2.536. Andalucía fue la primera comunidad autónoma que se impuso tiempos máximos de espera y la única que los ha recortado a 120 días para determinadas patologías.