Incubar es, según el diccionario español, "dicho de un ave u otro animal ovíparo: Calentar los huevos, generalmente con su cuerpo, para que nazcan las crías". Los directores y técnicos de las incubadoras de empresas -en el mundo empresarial es muy habitual apropiarse de términos de otras ramas del conocimiento- no calientan con su cuerpo a los emprendedores, pero les falta poco. Acogen en estos centros a personas, normalmente jóvenes, que tienen un proyecto empresarial que, a priori, parece viable y les dan no solo una sede física a bajo precio sino también asesoramiento. Los emprendedores pueden beneficiarse de esta ayuda durante un número determinado de años y luego deben dejar el nido y volar solos, dejando su espacio a otros polluelos con ganas de crear empresas y empleos.

Eso es lo que el BIC Euronova lleva haciendo en el Parque Tecnológico de Andalucía desde hace 25 años. De hecho, fue uno de los primeros centros en instalarse en la tecnópolis. Esta incubadora, constituida en octubre de 1991, celebró ayer por la tarde su onomástica con la presencia de numerosos empresarios que pasaron por allí o están en la actualidad, así como del presidente del BIC Euronova, Mariano Ruiz -el delegado provincial de Economía y Empleo de la Junta porque el gobierno autonómico es el propietario del 40% de la incubadora a través de la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía-, o del concejal de Innovación, Nuevas Tecnologías y Seguridad del Ayuntamiento de Málaga, Mario Cortés, porque el Consistorio tiene otro 40% de las acciones a través de Promálaga. El 20% restante es de Unicaja.

El director del BIC Euronova durante todos estos años y, se podría decir, padre protector de numerosos proyectos es Álvaro Simón de Blas, quien subrayó que "es muy gratificante compartir esta fecha tan significativa con las empresas que hemos visto nacer o consolidarse en nuestro centro".

A lo largo de estos 25 años BIC Euronova ha apoyado la creación de 831 nuevas empresas con 4.100 empleos, de las cuales 385 han estado directamente incubadas en el centro y el resto han recibido algún tipo de asesoramiento. Han permanecido una media de 2,2 años y lo más importante es que el 78% han logrado sobrevivir, un porcentaje elevado pues la mortandad empresarial es muy elevada. Comentaban ayer que el 27% de las empresas del PTA han pasado previamente por el BIC, una madre que ha visto, por ejemplo, el fuerte crecimiento de firmas como Aertec, una ingeniería aeronáutica que trabaja en medio mundo.