Málaga

La madre de la niña confía en que la desaparición sea "una trastada"

  • Audrey Fitzpatrick asegura que "nunca" perderá la esperanza de que la niña vuelva a casa

Audrey Fitzpatrick, la madre de la joven irlandesa de 15 años desaparecida en Mijas el pasado 1 de enero, aseguró ayer que sigue pensando que a lo mejor se trata de "una trastada" de Amy que se le haya podido ir de las manos y ahora tenga miedo de volver, por lo que aseguró que "nunca" va a perder la esperanza de que volverá un día.

En un comunicado en inglés leído en rueda de prensa ante más de medio centenar de periodistas, Audrey se dirigió a su hija y le dijo: "Si estás por ahí y crees que es el momento no tengas miedo de volver a casa, no hay nada para tener miedo y si tienes algún problema no pasa nada, lo arreglaremos. Pero, por favor, vuelve".

No obstante, también hizo un llamamiento por si alguien tiene retenida a Amy contra su voluntad y pidió que la deje marchar "porque es una niña muy cariñosa que no ha hecho mal a nadie y tiene que tener mucho miedo". "Por favor no hacerle daño", apostilló.

La mujer aclaró algunas informaciones publicadas en prensa. Así, negó rotundamente las afirmaciones de periódicos irlandeses como que se haya encontrado un sujetador o ropa de Amy. En cuanto a la batida de ayer, fuentes cercanas a la investigación aseguraron que de los objetos hallados y mostrados a la madre de Amy ninguno pertenece a la joven, aunque Audrey no los ha visto todos, ya que han pasado por un filtro policial y están siendo analizados. "Me han dicho que confirme si las prendas encontradas son de Amy, pero no puedo porque la Policía [Guardia Civil] está todavía investigándolo", explicó Audrey en su comunicado.

Explicó Audrey que Amy es una chica normal, que como cualquier adolescente tiene discusiones con sus padres, e insistió en que si alguna vez la joven se había ido de casa, siempre avisó de dónde estaba y mantuvo el contacto, pero nunca como en esta ocasión.

Audrey pidió a los amigos de Amy que dejen de conceder entrevistas aunque estén preocupados, porque no ayudan a la investigación. Indicó que la última vez que habló con su hija fue en Nochevieja, sobre las 00.15, cuando Amy la llamó para felicitarle el Año Nuevo y decirle que la vería al día siguiente. También confirmó que la joven se olvidó el móvil en casa y no llevaba dinero porque iba a acompañar a su amiga que tenía que cuidar a su hermano.

Además, manifestó que Amy no estaba en estos momentos escolarizada porque cumple 16 años el 7 de febrero y dejó el instituto unos meses antes.

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