Málaga

El maltrato ejercido por menores sube un 50% en menos de un año

  • Los jueces han tenido 169 casos de malos tratos en el ámbito familiar entre enero y septiembre de 2007, frente a los 111 atendidos en 2006 · Estas agresiones alteran las cifras y el porcentaje de chicas y chicos que delinquen es muy similar

En marzo del año pasado, el padre de una menor de 17 años solicitó el internamiento de su hija en un centro de reforma porque maltrataba habitualmente a su familia. La decisión la tomó después de la tercera denuncia, cuando la chica llegó a casa en actitud muy violenta, arrancó el pomo de la puerta y golpeó todo lo que veía a su paso, a la vez que lanzaba amenazas de muerte a su padre y a su hermano porque no le quisieron pagar un taxi. Es un caso de malos tratos en el ámbito familiar infligidos por menores, pero hay bastantes más. En Málaga se han disparado y en menos de un año han subido un 52 por ciento. Los jueces han atendido 169 casos entre enero y septiembre de 2007, frente a los 111 de todo 2006.

Este tipo de agresiones se dirigen hacia los miembros más débiles de la familia, por ejemplo, madres y hermanos más pequeños, y alteran las estadísticas de la delincuencia juvenil. Los chicos acaparan normalmente el 85 por ciento de los delitos cometidos por menores, pero en violencia familiar, la balanza casi se equilibra, con un 40 por ciento de hechos delictivos protagonizados por chicas.

Según los datos facilitados por la Delegación Provincial de Justicia, hasta septiembre del año pasado se contabilizaron 169 casos de maltrato de menores hacia familiares. La cifra supone un avance respecto a 2006, hace unos años casi ni existía, pero no es el delito más común entre los menores de Málaga. La estadística la encabezan las diligencias por robo con fuerza (216), seguidas por lesiones (207). El maltrato se adelanta, incluso, a los hurtos (147) y a los robos con violencia, es decir, con agresión hacia la víctima (127).

Todas las infracciones que llevan aparejada algún tipo de violencia (maltrato en el ámbito familiar, lesiones y robo con violencia) llegan a las 512 y suponen casi un tercio de las penas impuestas a jóvenes delincuentes. El dato varía a diario, pero hasta el 5 de diciembre, un total de 1.780 menores de la provincia cumplían medidas impuestas por un juez.

En concreto, 1.660 lo hacían en régimen abierto (la Ley del Menor contempla nueve medidas posibles, como libertad vigilada, prestaciones de servicios en beneficio de la comunidad o convivencia en grupo, que es la que se suele aplicar a los menores que maltratan) y 120 estaban internados en centros de reforma. Los datos son levemente mejores que los contabilizados el año anterior (a fecha 11 de diciembre de 2006), cuando 1.464 menores malagueños cumplían medidas en régimen abierto y 492 tenían una orden judicial de internamiento, según la Delegación de Justicia.

La coordinadora de la Fiscalía de Menores de Málaga, Isabel Fernández, alertó recientemente en una conferencia del incremento de casos de violencia en el ámbito familiar y acoso escolar, especialmente la modalidad de ciberbulling, con la difusión a través de internet de imágenes que difaman a compañeros. Explicó que las agresiones en los centros educativos plantean problemas jurídicos porque no está claro el delito que comete el menor. Ante esta laguna, la Fiscalía de Málaga opta por tipificarlos como coacciones.

La delincuencia juvenil es básicamente masculina, pero la estadística se rompe en los casos de maltrato familiar. En esta parcela, el porcentaje entre chicos y chicas que delinquen es casi el mismo y puso un ejemplo para ilustrar su afirmación: En tres meses, los jueces impusieron medidas cautelares a cinco menores por violencia familiar y tres de ellos eran chicas. El internamiento en episodios de este tipo son excepcionales y se opta por la libertad vigilada o la convivencia en un centro.

¿Qué lleva a los menores a delinquir? Según la experiencia de la fiscal, lo hacen "por capricho", no por necesidad. Muchas veces intentan colocar a sus víctimas "en una situación humillante" y luego pretenden hacer ver que se trataba de una broma. Actúan en grupo y ellos se lo toman "en plan guasa", apuntó Fernández. La reacción de muchos tras conocer que la Fiscalía va a reclamar su internamiento en un centro de reforma es ponerse a llorar.

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