Los 17 comerciantes del mercado de La Merced de Málaga capital tendrán que cerrar sus puestos el próximo 12 de marzo por un periodo de dos meses. El Ayuntamiento de Málaga les notificó ayer que al día siguiente está previsto que comiencen las obras de rehabilitación del zoco municipal para convertirlo en un espacio moderno en el que se quiere combinar el mercado tradicional con la gastronomía local, el arte y la cultura.

Todo está listo para que comience la obra, que se prolongará durante tres meses y en la que se invertirán 1,3 millones de euros. La Gerencia Municipal de Urbanismo autorizó a final de la semana pasada la licencia de obras a la empresa Ezequiel Blanco Astigarraga Gosis SL, adjudicataria de este proyecto, después de que la Delegación provincial de Educación, Cultura y Deportes emitiera un informe favorable tras los arreglos exigidos al diseño original para no afectar al entorno declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

La idea inicial era que el nuevo mercado pudiera abrir al público coincidiendo con la Semana Santa, pero los arreglos que ha habido que hacer al proyecto han demorado el comienzo de la obra para la que ya hay fecha. Fuentes del área de Promoción Empresarial y Empleo del Ayuntamiento de Málaga aseguraron ayer que el mercado estará cerrado al público desde el 13 de marzo y que durante dos meses los puestos del tradicional zoco no tendrán ninguna actividad para agilizar lo máximo posible las obras.

Durante el tercer mes de la obra, sí está previsto que los comerciantes puedan volver a abrir sus puestos por las mañanas y hacer compatible su actividad con la rehabilitación del resto del edificio.

Los propietarios de los 17 puestos ya han anunciado que solicitarán al Ayuntamiento malagueño el pago de ayudas como compensación por el cese de su actividad. De momento, el Consistorio no ha determinado ni la cuantía ni ha concretado cómo se abonarían, si bien sí contempla estudiar la solicitud que presenten los comerciantes para ver si les corresponde el pago de estas ayudas.

La rehabilitación contempla mantener los 17 puestos actuales reagrupados en una parte, que incluirá una zona infantil, y combinarlos con un nuevo espacio de unos 800 metros cuadrados donde se ofrecerá una variada oferta gastronómica tradicional en los 30 módulos previstos en el proyecto.

Los técnicos de Bienes Culturales no vieron viable la colocación de unas pantallas publicitarias exteriores donde se preveía proyectar y anunciar eventos y actividades culturales de la ciudad. Tampoco autorizó el incremento propuesto para la corona-remate del edificio, donde estaba prevista una gran composición pictórica que homenajearía a los personajes malagueños y andaluces más ilustres del mundo de la cultura y el arte, ni el tratamiento como muro vegetal de las fachadas del mercado.