Los vehículos de dos ruedas han sido los protagonistas de la siniestralidad en las carreteras malagueñas. El año pasado fallecieron 25 personas que viajaban en motocicletas o ciclomotores, lo que significa casi el 40 por ciento del total de víctimas de la provincia, que llegó a las 68 personas. La cifra, aunque negativa, refleja que el carné por puntos ha sentado bien a los conductores de Málaga. Al menos, por ahora, ha servido para disminuir un 25 por ciento el número de muertes en las carreteras, ya que en 2006 alcanzó las 90 personas.

En total, durante el año pasado se registraron 68 fallecidos, 16 heridos graves y 24 leves en 65 accidentes mortales. Cuatro de cada diez personas que murieron en las carreteras no hacían uso de elementos de seguridad al producirse el accidente, según informaron en la Dirección General de Tráfico (DGT).

Las principales causas de los accidentes registrados en 2007 fueron una velocidad inadecuada, la distracción del conductor o la infracción de las normas de circulación. Las carreteras convencionales fueron el año pasado las testigos de más de la mitad de los accidentes con víctimas registrados. Mientras, las autovías no llegaron al 30 por ciento. Eso sí, por carreteras, la A-7 es donde se producen el mayor número de muertes: el 21 por ciento.

La reducción del número de muertes es achacada, desde la DGT, "especialmente" al nuevo permiso por puntos, "medida diseñada para los reincidentes", así como la instalación de más radares fijos en las carreteras, la creación de fiscales de Seguridad Vial y la reforma del Código Penal, que ha endurecido las sanciones de las infracciones, que ahora pueden conllevar hasta dos años de cárcel para los conductores. Por ello, en Tráfico aseguran que "probablemente este sea un año de consolidación de los resultados obtenidos" y que sirva para "sacar rendimiento" a todas las nuevas herramientas creadas para hacer frente "tanto a los accidentes como a sus consecuencias".