Málaga, ayer y hoy

El muelle convertido en zona de ocio por excelencia

  • Muelle Uno: la actual zona de ocio del puerto fue construida como el antiguo muelle de levante y el camino de servicio del nivel superior se convirtió en el Paseo de la Farola.

El Muelle Uno, o Muelle Ricardo Gross, es el más antiguo del puerto malagueño. Construido durante el siglo XVIII como muelle de levante, estaba formado por una estrecha zona, pavimentada con grandes piedras y con potentes ganchos que permitían el atraque de los barcos que se adentraba en el mar. En un nivel superior estaba acompañado por un camino de servicio que se transformó en el Paseo de la Farola, cuando ésta fue construida en 1817, por lo que cumplirá dos siglos el año que viene.

En la vida diaria del puerto malagueño se sucedían muy variadas escenas, asegura el historiador malagueño Víctor Heredia. Junto a la actividad mercantil de carga y descarga de los buques mercantes, la llegada y salida de los barcos de viajeros e incluso el atraque circunstancial de algunos cruceros, que ya los había a principios del siglo XX, también eran corrientes las escenas vinculadas a la pesca y a las actividades deportivas. Pero a veces también era escenario de imágenes castrenses, como la que refleja esta fotografía de 1906 y que muestra a un grupo de marineros, pertenecientes a la dotación de algún buque de guerra, que aprovecharon una escala en tierra para asearse en pleno Muelle Uno. Esta escena, según Heredia, "nos pone de manifiesto la importancia del puerto malagueño como base operativa, aunque fuera como escala, de los buques de guerra que operaban en el Estrecho de Gibraltar".

Mucho ha cambiado esa zona desde entonces, especialmente desde que en 2011 se produjo la reconstrucción del Paseo de la Farola, que sigue el trazado de la prolongación del Muelle Viejo, en el espacio lúdico-comercial que hoy en día es el Muelle Uno. Pero hay un elemento de especial importancia que ha conseguido mantenerse pese a todo. La capilla de Nuestra Señora de la Concepción, levantada entre 1727 y 1732 por el ingeniero francés Pedro Coysevoux, y que ofrecía un templo abierto a los marinos que llegaban al puerto de Málaga.

Fue restaurada a principios del siglo XX y dedicada a la Virgen del Carmen, y en la década de 1970 fue desmontada y recolocada piedra a piedra unos metros más adelante cuando se acometió el ensanche del paseo de la Farola.

La Farola como referente

Durante el siglo XIX el camino que llevaba a la Farola se consolidó como un espacio de paseo y ocio de los malagueños,lo que determinó su calificación como paseo. Además, conducía a la playa reservada alas mujeres, que contaba con vigilancia militar para evitar a los mirones. Además, la frecuente presencia del viento en esta zona dio lugar ala frase dedicada a los pesados de "vete a tomar viento a La Farola".

La defensa del puerto

En el terreno que hoy ocupa la Subdelegación de Defensa, se construyó la batería de San Felipe, equipada con varios cañones. Ésta y la batería de San Nicolás, donde ahora está el Club Mediterráneo, formaban la defensa del puerto por la zona de levante.

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