Málaga

Cómo multiplicar el tráfico de datos

  • Fotónica. Un fondo español de capital-riesgo acaba de firmar con la UMA un acuerdo de licencia de dos patentes, novedosas invenciones para mejorar la capacidad de la fibra óptica

Iñigo Molina y Gonzalo Wangüemert en el Laboratorio de Fotónica y Radiofrecuencia de la UMA.

Iñigo Molina y Gonzalo Wangüemert en el Laboratorio de Fotónica y Radiofrecuencia de la UMA. / m. h.

Mientras la inmediatez es la exigencia de cualquier usuario que se conecta a internet, la demanda de información crece y se espera que los sistemas ofrezcan una mayor eficiencia, los expertos intentan descubrir en el laboratorio cómo multiplicar la transmisión de datos para dar respuestas a un mercado que se mueve con una celeridad apabullante. Investigadores del grupo de Ingeniería de Comunicaciones de la Universidad de Málaga y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han patentado dos dispositivos fotónicos que aumentan la capacidad de la fibra óptica para transportar información. Y un importante fondo español de capital-riesgo acaba de firmar un acuerdo de licencia de ambas patentes con la UMA. Una empresa creada específicamente para ello, Alcyon Photonics, llevará al mercado estos chips que, además, utilizan la fotónica del silicio y son compatibles con CMOS, lo que abaratará su producción.

El profesor Íñigo Molina dirige el Laboratorio de Fotónica y Radiofrecuencia de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación de la UMA, donde han partido las ideas para los nuevos dispositivos. "Todo se enmarca dentro de las comunicaciones por fibra óptica, que utilizan la luz láser como elemento de transmisión en lugar de utilizar la electricidad o la electrónica. Lo que viaja por dentro de las fibras son ondas de luz, fotones, de ahí el nombre de fotónica", explica el investigador. Y recuerda que ya desde hace muchos años "la fibra óptica se estableció como uno de los mejores medios de transmisión a larga distancia" por lo que "todo Internet, todas las comunicaciones que unen continentes entre sí, países o grandes ciudades, toda va por fibra óptica, no hay una tecnología alternativa para esas autopistas de la información".

Molina comenta que "al principio solo había un canal de información por cada fibra, cada una llevaba información de un único transmisor y un receptor, pero la capacidad de información ha crecido tanto que ahora es necesario meter por la misma fibra muchos canales de información, es lo que técnicamente llamamos multiplexar". Y en esa tarea de " buscar estrategias para que la capacidad de transformación de ese medio físico se multiplique" han estado empeñados en su grupo investigador en los últimos años. El primero de los inventos, cuenta el profesor, se basa en la diversidad de polarización. Para cada fibra hay muchos transmisores que cada uno tiene una frecuencia que corresponde a un color. Cada color lleva sus datos de forma independiente. Dentro de cada color hay dos polarizaciones y el nuevo dispositivo, por tanto, multiplica por dos la capacidad. Se podría parecer a las gafas del cine en 3D, como detalla Íñigo Molina. Un cristal solo deja pasar la luz que ondula de forma horizontal y otro la vertical. "Estás viendo dos imágenes diferentes, una en cada ojo, y por eso se tiene la perspectiva en tres dimensiones. Con esta diversidad de polarización, cada color lo pueden compartir dos transmisores", dice el experto. Y reitera que "una de nuestras invenciones es una forma eficiente de hacer esto, con una tecnología que sea barata de fabricar y esté alineada con el mercado".

La segunda invención es otro grado más de avance y sigue el mismo camino de intentar buscar que quepa más información por la fibra, según explica el investigador. "Utiliza un concepto que se llama diversidad espacial o multiplexación de modos, básicamente lo que queremos es que se transmita mayor información con menor coste, que todo sea más pequeño y más veloz. Es un concepto nuevo que se está estudiando mucho ahora con el tema del 5G", apunta Molina. "Y nosotros estamos trabajando en la aplicación de esta diversidad espacial en un dispositivo miniaturizado compatible con la tecnología", afirma.

Además de la funcionalidad, una de las claves de estos chips es su tecnología. "Nosotros somos expertos en los circuitos ópticos integrados, en estos chips por donde se transmite y se propaga la luz y por los que se pueden hacer operaciones con ella como separar polarizaciones, frecuencias, etcétera. Es una tecnología que ya lleva años rodando, pero ha aparecido en los últimos diez años la tecnología fotónica de silicio", apunta Molina. Y subraya que esto es hacer chips integrados para manipular la luz "pero usando las mismas herramientas y las mismas fábricas con las que se fabrican los microprocesadores, es decir, utilizar las mismas infraestructuras que ya se están utilizando para hacer lo que son los núcleos que van en un teléfono móvil o en un ordenador, tecnología CMOS". Esto supone para el desarrollador que va a ser mucho más barato de fabricar y con compatibilidad con CMOS. "Hay mucho interés comercial ahora en este tipo de tecnología", sostiene el profesor y destaca que en el caso de estas patentes la transferencia de conocimientos al tejido productivo ha sido del 100%. "Creo que debe de ser la primera vez que ocurre algo así, que un fondo de inversión venga a invertir específicamente en desarrollos hechos en la universidad y que licencie las patentes y que monte una empresa esencialmente alrededor de esto", comenta. El primer año los investigadores explicarán a la empresa cómo son estas patentes y conjuntamente intentar hacer unos prototipos que funcionen y que luego serán de la empresa, que los explotará. La UMA se beneficiará a través del acuerdo de licencia.

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