Málaga

El nuevo Astoria y los 72 nombres que quieren diseñarlo

  • Son los grupos que concurren al concurso para definir la forma y el contenido del futuro edificio

Vista del edificio de los antiguos cines Astoria y Victoria.

Vista del edificio de los antiguos cines Astoria y Victoria. / javier albiñana

El éxito del concurso internacional de ideas puesto en marcha por el Ayuntamiento de Málaga para curar la cicatriz que desde hace años representan los antiguos cines Astoria y Victoria está garantizado. El elevado volumen de profesionales que han dado el paso para presentar sus propuestas pone de manifiesto el valor de la intervención a desarrollar y sienta unas bases sólidas para que el resultado final del camino elegido "sea bastante aceptable". 72 son los nombres que, de inicio, van a pugnar por firmar la que será una de las grandes operaciones de transformación en la capital de la Costa del Sol. Donde hoy se asientan dos inmuebles en estado de abandono se busca levantar una nueva edificación que, en lo posible, suponga un hito en la arquitectura de la ciudad.

Ese es el fin abrazado desde el equipo de gobierno del PP desde que a finales de 2010 cerró la compra por algo más de 21 millones de euros (buena parte de ellos se abonaron con suelos). La construcción, que cierra el lateral este de la Plaza de la Merced, pasó de las manos de la promotora Baensa, a la que se bloqueó su intención de ejecutar viviendas de lujo, a las del Consistorio. Pero desde la firma de las escrituras pasan ya más de seis años sin que el Ayuntamiento haya sido capaz de encontrar la fórmula mediante la que sacar rendimiento a tan privilegiada pieza.

Los equipos tienen que reservar al menos 500 metros para la Casa Natal Picasso

Ni siquiera la opción del concurso de ideas garantiza que en los próximos años pueda hacerse realidad la operación de saneamiento de esta pieza del casco antiguo. Bien es cierto que el propio pliego de condiciones que rige la contratación del diseño obliga a los equipos técnicos que concurran al mismo a afinar lo máximo posible en la viabilidad cierta de ir adelante con la edificación que se plantee. Es decir, los grupos deberán calibrar entre la arquitectura y la posibilidad real de que una empresa pueda el día de mañana materializar esta actuación.

La fórmula da libertad a los equipos para disponer tanto el diseño como los potenciales destinos del inmueble. Las únicas acotaciones a las que están obligados son las de garantizar que la iniciativa sea viable económicamente, con el fin de que pueda ser ejecutada, y reservar un mínimo de 500 metros cuadrados para la ampliación de la Casa Natal Picasso (800 metros menos que la cesión que se acordó con Baensa, a la que compró la finca).

Estos parámetros abren la vía, por ejemplo, a que, de manera muy justificada, se pueda poner sobre la mesa la modificación del planeamiento urbanístico para construir viviendas o un hotel, usos no permitidos en este momento. No obstante, el propio alcalde, Francisco de la Torre, el día en que se presentó el concurso de ideas dio a entender que el jurado no aceptará propuestas de este tipo. Otra particularidad es que el pliego no fija un porcentaje mínimo de uso cultural para el proyecto. Y ello a pesar de que fue la creación de un gran espacio museístico, bautizado como el Museo de Museos, lo que llevó a De la Torre a comprar los edificios.

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