El Estrecho de Gibraltar y el mar Mediterráneo son zonas de tráfico marítimo pesado y la principal vía de entrada a Europa de la inmigración irregular. No es la primera vez que la tripulación de un mercante ayuda a los ocupantes de una patera a la deriva, pero hay auxilios que llaman especialmente la atención. Este es el caso de la fragata norteamericana Carr FFG-52, que la tarde del sábado desembarcó en el Puerto de Málaga a un grupo de inmigrantes a los que rescató un día antes frente a las costas de Orán (Argelia).

Según informaron fuentes policiales, la embarcación de guerra norteamericana, de la clase Perry y que suele operar en el mar Mediterráneo, aunque se topó con la patera en aguas internacionales, decidió traer a sus ocupantes a Málaga, ya que, por miedo a atentados islamistas, no era muy recomendable que atracaran en uno de los puertos de la zona.

Desde la fragata se pusieron en contacto con la Policía Nacional para avisarle de su llegada, que se retrasó hasta las 20.00.

Las citadas fuentes señalaron que llegaron al menos siete inmigrantes, de los que no trascendió ningún dato.