A falta de una semana para que finalice enero, y si no se produce alguna escala imprevista, el primer mes de 2018 se cerrará con las peores cifras de atraques crucerísticos de los últimos veinte años. Tan sólo cuatro visitas cumplimentadas por dos barcos diferentes constituyen los muy pobres números de una temporada, la correspondiente al presente ejercicio, que apunta, según datos de la Autoridad Portuaria, a superar los 300 atraques.

Teniendo como cifra similar, a la baja, la correspondiente a 2007 en el que sólo se ejecutaron 5 escalas, los meses de enero de 2016 y 2017 tampoco se significaron por su abundancia de atraques; unas visitas que sumaron respectivamente seis amarres; unos números muy alejados del récord de las 13 entradas realizadas por cinco buques diferentes en el año 2012.

Frente a estos resultados, y teniendo en cuenta que febrero nunca ha sido un mes propicio en lo que hace referencia a las llegadas de buques de turistas, en el presente ejercicio, en su segundo mes, están previstas cinco escalas realizadas por tres barcos distintos, unos resultados algo mejores que los del pasado año en el que sólo visitaron las instalaciones crucerísticas malagueñas dos buques, la peor cifra registrada en toda la historia del puerto.

Ante estas estadísticas en las que el número de pasajeros llegados en el transcurso de enero en cuatro escalas carecen de significación, sobre la mesa de los responsables crucerísticos del puerto vuelve a estar la estacionalidad; un circunstancia que, de no existir, impulsaría aún más el crecimiento de este tráfico en aguas malacitanas.

Habiendo superado el pasado año la depresión de los meses veraniegos que junto con los invernales constituían las estaciones con menos escalas (en 2017 Thomson Cruises, ahora Marella Cruises, cumplimentó una temporada entre mayo y septiembre que según previsiones se volverá a repetir este año), enero y febrero siguen siendo los más importantes escollos en los números crucerísticos del puerto. Unas cifras que, referidas a estos dos meses, está salvando desde hace ya varios años, en concreto desde 2012, la compañía Norwegian Cruise Line que de forma regular apuesta por las escalas invernales en las aguas malagueñas.