Hasta el momento la fuente principal de resistencia contra el hotel proyectado para el muelle de Levante del puerto han sido las redes sociales y las iniciativas políticas a través del Consejo Social de la Ciudad. Sin embargo, ayer se decidió dar un paso adelante en las reivindicaciones convocando una concentración para tratar de conseguir que el Pleno del Ayuntamiento de Málaga dé marcha atrás en el proyecto con mayor trascendencia de la historia reciente de la capital. Una manifestación de en torno a 300 participantes en el Palmeral de las Sorpresas, que dejó "con buen sabor de boca" a la plataforma convocante Defendamos Nuestro Horizonte, como aseguró su portavoz, Juan Antonio Triviño.

Cánticos de apoyo a la Farola tales como "Sí a la Farola, no al rascacielos" se sucedieron de manera constante, y en un momento de la concentración los participantes se taparon los ojos mirando en dirección al monumento más emblemático del puerto mientras gritaron "así no se ve", emulando el posible efecto eclipse que el hotel de 135 metros de altura tendría sobre la Farola. "El auténtico icono de la ciudad es la Farola, con 200 años de recorrido en nuestra ciudad. Y cuando la gente ve las fotos de como quedaría el rascacielos se indigna y termina pensando que es una locura", indicó Triviño.

Los representantes sindicales creen que la torre será un golpe a la actividad portuaria

El también representante sindical de UGT en el Puerto llamó a la "experiencia" del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, para frenar la construcción del hotel antes de que reciba el visto bueno definitivo: "El alcalde ha dado en su larga trayectoria política muestras de saber rectificar, de que cuando llega el convencimiento porque así se lo dicen los ciudadanos rectifica y eso es de elogiar y es lo que le pedimos", dijo Triviño, e indicó que se producirán más concentraciones similares en el futuro si el Ayuntamiento no rechaza el proyecto.

En la concentración también se dieron cita las dos formaciones de izquierdas que han estado desde el primer momento en contra del hotel. "Hablan siempre de 1.000 puestos de trabajo y puestos indirectos, pero los puestos indirectos son siempre muy volátiles cuando hablamos de una multinacional como en este caso, porque ¿quién garantiza que esos puestos indirectos vendrán de Málaga y no de unas redes que ellos tengan acordadas desde fuera?", dijo la portavoz municipal de Málaga Ahora, Ysabel Torralbo.

Misma opinión tiene el concejal de Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla, que reivindicó el uso público que en su opinión debería recibir la zona en la que se prevé levantar la torre: "No queremos cualquier cosa en ese espacio tan central del puerto de nuestra ciudad, nos hubiera gustado dar un uso más público, quizás para un museo del mar, que Málaga como ciudad marítima no tiene a diferencia de otras como Valencia o La Coruña".

La plataforma Defendamos Nuestro Horizonte integra diferentes sensibilidades dentro del rechazo común al hotel del puerto. Por un lado, los representantes sindicales del Puerto temen un posible freno a la actividad portuaria: "nos preocupa lo que nos pueda afectar a los controladores portuarios la construcción de este rascacielos. Está en una zona muy sensible, y puede afectar al tráfico de cruceros y a la descarga de granel en el muelle 9, que es lo que impulsa el puerto", resaltó Justiniano Sen, secretario general de UGT en el Puerto.

Por otro lado, el colectivo de más de 100 profesores de la Universidad de Málaga (UMA) que se sumaron al rechazo a la torre del puerto esta semana, pone más el foco en el "daño paisajístico" que traería a la ciudad: "Con esta operación perdemos en calidad de vida y la ciudad perdería su imagen y su fachada marítima", expresó el profesor de geografía en la UMA Matías Mérida, y añadió que "la ciudad se ha ganado una imagen de modelo de ciudad sostenible y acogedora y manejable. Si se construyera esto quedaría irremediablemente asociada a una ciudad unida a la especulación".