Airbnb, Homeaway, Spain-Holiday.com... Nombres extranjeros que resuenan una y otra vez en la cabeza de los hoteleros porque, pese a que hay negocio para todos, les están comiendo una buena parte del pastel. Y eso no le gusta a ninguno. Son plataformas en las que miles de malagueños están colgando sus viviendas para alquilárselas a turistas por cortos espacios de tiempo, garantizándose el cobro por adelantado y un mayor ingreso por la rotación. Son las ya famosas viviendas de uso turístico, que siempre han estado pero que ahora salen a la luz después de que la Junta de Andalucía aprobara el año pasado un decreto para regularizarlas. Desde el 11 de mayo del año pasado, los propietarios tienen la obligación de registrar sus inmuebles en el Registro Andaluz de Turismo y el número no para de crecer. En octubre, por ejemplo, había 821 viviendas legalizadas en la capital, según el Observatorio Turístico Ciudad de Málaga, con 4.015 plazas. Este pasado viernes ya había, según fuentes de la Junta de Andalucía, 1.350 viviendas con 6.564 plazas. Y puede que esto solo sea la punta del iceberg.

En octubre, las viviendas con fines turísticos ya representaban el 21,8% de la oferta total en la capital, siendo solo superado por las plazas existentes en los hoteles de cuatro estrellas, con el 24,8% del total. A día de hoy, con esas 2.500 plazas más dadas de alta, es más que probable que ya sea la primera oferta alojativa en la ciudad. Desde la plataforma Spain-Holiday.com indican que "tan solo nueve meses después de la entrada en vigor del decreto andaluz sobre viviendas con fines turísticos, el 40% de las viviendas que anuncia Spain-Holiday.com en la región, cuenta ya con su correspondiente licencia turística y un 35% de los encuestados afirma haber solicitado la licencia turística pero aún está en proceso o a la espera de respuesta por parte de la Junta, bien porque la solicitaron recientemente o porque está en subsanación". Quedan, por lo tanto, bastantes plazas aún por regularizar de forma definitiva. Según este portal, los principales problemas a la hora de legalizar la vivienda son no disponer de la licencia de primera ocupación o tener que realizar inversiones considerables para poner, por ejemplo, aparatos de aire acondicionado.

¿Por qué están teniendo tanto éxito estas viviendas entre los turistas? El precio, su ubicación, la posibilidad de meter a familias enteras o disponer de cocina para reducir costes son aspectos clave. Al entrar en una plataforma como Airbnb y buscar Málaga capital aparecen en estos momentos más de 300 posibles alquileres, estando la inmensa mayoría en el centro histórico. Se puede alquilar un estudio justo al lado de la Catedral con capacidad para tres personas por 45 euros y, para marzo, ya solo le quedan disponibles cinco días. Hay múltiples ejemplos. Otro es el de un piso de cuatro dormitorios en la plaza de las Flores con capacidad para ocho personas por 80 euros la noche.