Las principales plataformas de alquiler de viviendas turísticas creen que el sector tiene aún un amplio recorrido e incluso prevén fuertes crecimientos, aunque depende de la regulación que se haga en cada comunidad autónoma y de la comunicación entre propietarios, plataformas e instituciones, que en estos momentos reconocen que es escasa. Habrá más viviendas de este tipo en el mercado y una mayor profesionalización, dejando fuera a todas aquellas que no cumplan los requisitos legales pero aún queda mucho que debatir. Estas son algunas de las conclusiones que se extrajeron ayer en la celebración del II Congreso de Viviendas de Fines Turísticos de Andalucía organizado en Málaga por la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía (Avva).

"El sector va a ir a más aunque se pongan barreras porque atiende a la demanda de familias que buscan una oferta alojativa distinta, que quieren una casa en lugar de varias habitaciones separadas en hoteles, y porque las plataformas han generado una transparencia y una confianza que antes no existía", explicó José Antonio Bonache, director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Homeaway, un portal que cuenta con 2.000 empleados y que opera en 190 países.

Francesc Roca, responsable de Airbnb en Andalucía, fue en la misma dirección. "Tenemos 10 años, tres millones de alojamientos con 160 millones de viajeros en el mundo y crecemos porque la gente busca este tipo de experiencias", señaló este directivo, quien informó que su compañía estima un crecimiento del 70% de la vivienda vacacional en los tres próximos años. Roca dijo que hay 3,4 millones de viviendas vacías en España, dos millones en Francia e Italia, 1,8 millones en Alemania o 700.000 en Gran Bretaña.

"Es un buen momento del sector, hay un interés creciente de los viajeros y estamos creciendo un 25% anual en los últimos diez años", resaltó Marta Varela, directora comercial de Rentalia. Esta experta comunicó que en el último año su portal ha generado reservas en Andalucía por un valor de 1,5 millones de euros y un tercio ha correspondido a Málaga capital.

Los expertos defienden que puede haber un nuevo auge, pero también son conscientes de la mala fama que se ha generado -algo que consideran injusto- y de que es necesaria una mejor regulación, pues es un aspecto que depende de las comunidades autónomas y está habiendo de todo en España: desde las que no tienen nada hasta las que son muy restrictivas. "Tenemos que demostrar que somos un actor fiable para conseguir una regulación eficaz. Muchas administraciones no saben cómo regular porque es un fenómeno nuevo y es cierto que falta mucha comunicación y trabajo conjunto entre las plataformas y la administración", afirmó Bonache. Reclamó además a las Administraciones que se reconozca "el valor de este sector" y se incluya en las estrategias de turismo sostenible. El delegado andaluz de Airbnb reconoció que "hace falta más diálogo y todos debemos participar para crear un marco más estable e inteligente".

Las Administraciones, entre ellas el Foro del Turismo de Málaga capital, han pedido a estas plataformas que no publiquen las viviendas que no estén registradas legalmente y, por ahora, los portales se han opuesto. "Ponemos la plataforma pero no podemos juzgar ni ser policías de la oferta que hay. Si la Administración nos avisa de que alguna no es correcta se lo decimos a los dueños y si no se regula los borramos de la lista", dijo el directivo de Homeaway. Desde Airbnb afirmaron que "nuestro interés es que se cumpla la regulación y colaborar de una manera efectiva", mientras que la directiva de Rentalia precisó que "la intención de todas las plataformas es que cada vivienda tenga la licencia, pero todo proceso lleva su adaptación y hay que darles margen a los propietarios porque no todas las personas tienen los medios o el conocimiento para registrar sus viviendas".