Málaga

"Hay que poner más antenas para reducir la radiación de los móviles"

  • Este experto malagueño, que ha trabajado en centros de I+D de Nokia o Motorola, recomienda a los usuarios que utilicen el 'bluetooth' o el manos libres porque "un teléfono en la oreja no puede ser bueno"

Es una de las personas más difíciles de entrevistar en Málaga. No porque sea huraño, todo lo contrario, sino porque rara vez está en la provincia. Juan Manuel Melero es el claro ejemplo del joven tecnólogo que se ha hecho un hueco internacional a base de patearse el mundo desde el PTA de Málaga, un recinto que hoy cumple quince años. Eso le ha llevado a trabajar en varias de las mayores multinacionales del planeta y ahora mismo es el director general de Optimi, una firma que nació de la fusión de una compañía tecnológica malagueña y otra estadounidense que tiene su sede en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA). Apenas cuenta con media hora para atendernos, pues tiene que atender varias reuniones y preparar sendos viajes a China y Brasil que hará en sólo una semana.

-Por fin le podemos entrevistar tras varios meses de espera. Vemos que la empresa va bien.

-Sí (se ríe). Estamos en un buen momento y seguimos creciendo en negocio tanto a nivel geográfico como en clientes. Muy contento.

-Todo el día de viaje.

-Sí, como director general de la empresa me toca viajar a aquellos mercados que nos pueden traer algún valor añadido. Viajo por los cinco continentes.

-Conocerá ya el mundo entero.

-Bueno, no tanto. Quedan muchas cosas por conocer y ésas son las más interesantes. Pero los centros de negocios más importantes del mundo sí los conozco casi todos.

-Su empresa nació, en una primera fase, por el cierre del centro tecnológico que Nokia tenía en el PTA. ¿Cómo fueron esos momentos?

-Nokia tomó en 2003 la decisión estratégica de consolidar todas sus actividades de I+D en Finlandia para ahorrar costes y el grupo de Málaga entró en el saco. En esa época yo estaba trabajando para Nokia en Finlandia y cuando ocurrió esto me vino a la cabeza aprovechar esta situación potencial de crisis para utilizar la inversión que se había hecho en Málaga con un equipo potente. Entre varios compañeros arrancamos una nueva empresa llamada Tartessos y nos fue muy bien. En nuestro primer mes ya teníamos 30 empleados. Fue clave que el trabajo que se hacía en Málaga para Nokia era estratégico y, aunque la multinacional decidió cerrar el centro de I+D, nos subcontrataron un gran volumen de trabajo.

-Y unos años más tarde se fusionan con la norteamericana Optimi.

-Sí. Al año de estar operativos empezamos a competir con Optimi en el mercado norteamericano. Nos conocemos todos en el sector y hablamos con ellos. Había una clara sinergia tanto a nivel geográfico como de productos, e incluso teníamos una cultura empresarial equivalente. Había predisposición por ambas partes y nos fusionamos al 50 por ciento. Adoptamos el nombre americano porque Optimi tenía más trayectoria y más presencia en diversos mercados. Desde entonces hemos seguido creciendo aunque ha habido muchos cambios. A día de hoy estamos muy establecidos en Europa y Latinoamérica, hemos abierto oficinas en Dubai y Singapur y hemos tenido una internacionalización de la empresa muy importante.

-¿Cuáles son los proyectos más importantes en los que están presentes?

-Nosotros nos dedicamos a dar soluciones a los operadores de telefonía móvil para mejorar el diseño y la gestión de las redes. Tenemos un producto (software) y damos servicios de consultoría a través de los cuales, por ejemplo, los operadores mejoran la cobertura en un lugar con el mismo número de antenas, o deciden cuál es el mejor emplazamiento para colocar las antenas, o cuál tiene que ser su orientación. También vemos con los operadores qué tienen que hacer para evitar las interferencias o para que la red sea capaz de cursar más tráfico.

-¿Es verdad o es un mito que las antenas de telefonía móvil producen radiaciones nocivas para la salud?

-Las radiaciones más peligrosas son las de los teléfonos móviles, más que las de las estaciones. Los móviles radian a dos vatios y las estaciones a 20, pero la radiación disminuye exponencialmente cuanto más te alejas de la antena. Da más radiación tener un móvil en la oreja que estar a dos metros de una antena. Para minimizar la radiación de los móviles, lo que hay que hacer es poner más antenas. Poner más antenas llevaría consigo que el teléfono móvil no tuviera que ser tan potente para captar la red y se reduciría la radiación porque si las antenas son malas, los teléfonos móviles son mucho peores. El consejo que doy es que siempre se utilice el manos libres o el bluetooth, porque el teléfono en la oreja con su radiación no puede ser bueno.

-O hablar lo menos posible.

-No (se ríe), hay que hablar mucho que eso es bueno para nuestros clientes y para nosotros.

-¿En qué mercados están ahora?

-El principal es Estados Unidos donde tenemos el 40 por ciento de nuestra facturación. En España tenemos un volumen muy importante y en el resto de Europa, salvo en Francia que son muy suyos, estamos en casi todos los países. En Latinoamérica tenemos proyectos en todos los países y en Oriente Medio estamos en Egipto, Emiratos Árabes, Pakistán o Iraq.

-¿En Iraq? Imagino que allí estará todo por hacer.

-Sí, está todo destruido. Y además pagan bien. Se nota que hay dólares americanos.

-¿Trabajan mucho en ese país?

-Sí, uno de nuestros clientes es Orascom -el primer operador de telefonía móvil en Oriente Medio- y tiene un operador en Iraq. Nos viene de rebote pero ahora vamos a firmar un contrato con ellos para desplegar uno de nuestros productos allí. A ver cómo lo hacemos porque a ver quién se quiere ir a Iraq. Habrá que buscar a algún socio local para que nos echen una mano.

-¿Qué perspectivas tienen en Asia?

-Estamos trabajando mucho en Australia y Hong Kong y donde estamos identificando un gran empuje es en China. Es tremendo lo que hay allí. Las posibilidades de negocio son enormes porque en nuestra área de negocio está todo por explotar.

-¿Qué previsiones de empleo o ingresos tienen?

-Ahora somos 180 empleados, de los cuales 90 están en Málaga, 20 en Madrid, 10 en Latinoamérica, 55 en Estados Unidos y cinco en Oriente Medio y Asia. La oficina más importante es la de Málaga. Nuestra perspectiva es de crecimiento. Acabamos de cerrar el contrato más importante de la historia de Optimi con el Grupo Telefónica, en el que vamos a desplegar nuestros productos en 12 países de Latinoamérica. Nuestra facturación estará entre 35 y 40 millones de dólares anuales.

-¿Cómo está el proyecto con Telefónica?

-Lo firmamos hace unas semanas y estamos en medio del despliegue. Tenemos 20 personas trabajando únicamente en este proyecto. En Latinoamérica el teléfono móvil lo tiene apenas el 30 por ciento de la población por lo que la red no está saturada y está aumentando mucho. La calidad de vida y el poder adquisitivo de los ciudadanos está mejorando y la telefonía móvil es un mercado con un crecimiento explosivo. Nuestros clientes invierten más y nosotros pillamos un pellizco de esa inversión. Telefónica nos ha comprado licencias ilimitadas de nuestros productos.

-La sede de Optimi se mantiene en el edificio de la Universidad de Málaga en el PTA, ¿cómo son las relaciones con esta institución?

-Nosotros siempre hemos estado muy cercanos a la universidad en nuestro planteamiento de trabajo y seguimos con ellos con acuerdos de colaboración.

-¿Cree que los universitarios, principalmente los de carreras técnicas, salen preparados para crear una empresa?

-Por mi experiencia, creo que la mejor receta para arrancar un proyecto empresarial es conocer el mercado en el que te metes. Mi consejo es que los emprendedores sepan quiénes son los agentes que trabajan en un determinado mercado y sus características. Optimi fue un éxito porque habíamos estado en nuestro mercado mucho tiempo antes, conocíamos a todos y teníamos credibilidad. Eso fue el 90 por ciento. El 10 por ciento fue nuestra iniciativa emprendedora.

-¿Qué visibilidad tiene la tecnología malagueña en el mundo?

-El panorama tecnológico en Málaga ha cambiado de manera radical. Cuando acabé la carrera ni me planteaba quedarme en Málaga. No era una opción para desarrollarse profesionalmente. Ahora estamos nosotros, AT4 Wireless, Vodafone, Huawei u Oracle que se van a instalar en el PTA. Hay un espectro muy amplio en el campo de las comunicaciones móviles en Málaga. En el PTA empieza a haber masa crítica que se retroalimenta.

-El PTA es el lujo empresarial de Málaga, aunque el 95 por ciento de las compañías de la provincia son micropymes.

-El PTA está creciendo de forma paralela. El parque es como un ecosistema propio. Cuando hay una crisis tecnológica seguramente no le afecta al resto de la economía malagueña y en el PTA nos afecta mucho, y al revés.

-Los políticos suelen hablar de la necesidad de invertir en I+D, pero los números finales suelen ser mediocres en el país.

-Creo que los políticos están concienciados de que la I+D hay que mejorarla. Es un motor empresarial importante para ser más competitivos. En general, hay programas y presupuestos de apoyo públicos. El tema es cómo canalizar ese apoyo para generar un tejido de I+D sostenible y de calidad. Hay conciencia. Otra cosa es que consigamos obtener los resultados previstos a nivel nacional, que son muy agresivos. Hay que invertir en I+D de calidad y que tenga un impacto en el mercado. Está muy bien destinar recursos a las universidades, pero creo que habría que potenciar más la I+D de empresas competitivas a escala internacional. Si una Administración destina la mitad de sus recursos a salvar un astillero en Cádiz eso nunca va a tener el mismo impacto que si la dedican a un segmento que pueda explotar como negocio.

-¿Cuáles pueden ser esos segmentos?

-Las energías renovables, las telecomunicaciones, la tecnología inalámbrica. El sector tecnológico en general es muy interesante para invertir, está teniendo crecimiento y se le empieza a dar la importancia que se merece.

-La mayoría de inversión de I+D es mayoritariamente pública ¿qué pasa con el sector privado?

-La empresa invierte lo que tiene que invertir. Si desde la Administración se le apoya, va a permitir que siga creciendo.

-Usted ha estado casi toda su vida fuera de Málaga ¿cómo ve la ciudad ahora?

-La veo muy bien. He estado muchos años fuera y al volver la he visto nueva. Está evolucionando muy bien en temas económicos o en la gestión pública de las infraestructuras. Málaga es un entorno muy atractivo. Tengo compañeros que están aquí o quieren venirse por la calidad de vida. No sabes apreciar esa calidad de vida hasta que vives en Madrid o Londres.

-¿Y qué es lo peor?

-Si yo pudiera mejorar una sola cosa en Málaga quitaría el nudo de tráfico de acceso a la UMA y al PTA. Es un infierno, un dolor a cualquier hora.

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