Hasta pocas horas antes de su inauguración, los operarios se afanaban en pulir los últimos detalles. Nada podía fallar. Todo tenía que estar perfecto. Porque el barrio de Teatinos vivió ayer su particular estreno, el de un parque dedicado al cine. Acudieron más de doscientos vecinos. Una zona de esparcimiento en la que el Ayuntamiento de la ciudad ha invertido la nada despreciable cifra de 1.181.192 euros, de los que la mitad han sido sufragados, eso sí, mediante el Fondo Estatal de Inversión Local (Feil), del Gobierno central.

La primera proyección del nuevo espacio tuvo a Francisco de la Torre, alcalde de la capital de la Costa del Sol, como gran protagonista. Él, como cabeza visible del equipo de gobierno, fue el encargado de inaugurar esta nueva superficie verde, de 10.000 metros cuadrados de extensión. Pero lo que más llama la atención en este escenario son sus motivos decorativos, todos vinculados con el séptimo arte. Aunque los usuarios podrán disfrutar también de un gran libro-plataforma de juegos infantiles, zonas deportivas y de hasta un teatrillo para los más pequeños.

También acudió a la presentación del parque la concejala de Sostenibilidad, Teresa Porras, quien se mostró encantada con el resultado final. Hasta el punto de que incluso auguró que el Ayuntamiento podrá sacar "rendimiento" a este espacio. ¿Cómo? Pues convirtiéndolo en escenario, incluso, para futuros rodajes cinematográficos. Sobre ello, la edil del PP aseguró que ya habido algunos interesados en "hacer cortometrajes" en esta zona.

Desde el Ayuntamiento hicieron hincapié en lo novedoso del diseño. Así, las zonas de juegos infantiles se distribuyen entre libros y películas. "La estructura más grande se apoya sobre un libro gigante de caucho, simulando la forma de un desplegable", informaron, al tiempo que aludieron a la existencia de juegos de movimiento o circuitos que se disponen sobra una cinta cuyos pavimentos mezclan desde asfalto, hormigón, caucho hasta césped artificial, a modo de fotogramas de una enorme película.

El parque cuenta con columpios dobles, un muelle con la forma de una ballena y otro con la de un rinoceronte, vaivén con capacidad para tres niños y otro para dos, un carrusel, una cama elástica, una tirolina, un juego giratorio, unas canastas para jugar al baloncesto, estructura de trepa, una mesa de ping-pong, varios juegos de caucho, y una pista de juegos cerrada, entre otros muchos elementos.

A ello hay que sumar un pequeño teatro donde los niños podrán representar sus obras, y donde se encuentra una escultura dedicada al popular personaje Peneque, creado por uno de los pioneros del teatro de títeres en España, Miguel Pino.