Málaga

El primer manto blanco invernal

  • Las temperaturas bajan de golpe entre cinco y ocho grados en una jornada marcada por las lluvias generalizadas y el frío

Casi dos meses sin que haya caído ni una sola gota de agua y ayer al fin se rompió la preocupante de tendencia de sequía en la provincia de Málaga. Después de semanas de sol y buen tiempo, el invierno llegó de golpe el domingo y lo hizo incluso en forma de nieve en algunos puntos del interior como la Serranía de Ronda. La lluvia, en cambio, sí fue ayer generalizada, al igual que el frío, que hizo que los termómetros bajarán de golpe entre cinco y ocho grados. La depresión aislada que ha barrido toda la Península desde el fin de semana trajo a Málaga ayer una imagen que no se veía desde el pasado 20 de noviembre, que fue la última vez que había llovido de forma apreciable, es decir, más de un litro por metro cuadrado. Pero a pesar de la gran expectativa que se había creado porque regresaran las lluvias, finalmente no fueron demasiado significativas. La mayoría de las estaciones meteorológicas de la provincia no registraron más de diez litros por metro cuadrado y sólo en algunos puntos del interior como Alpandeire se acercaron a los 20.

Estas precipitaciones cayeron en forma de nieve en la Serranía de Ronda, donde la cota cayó bruscamente hasta los 900 metros de altitud debido al viento frío del norte que llegó asociado al frente. Las bajas temperaturas fueron las otras grandes protagonistas del día, ya que descendieron unos ocho grados en el interior y alrededor de cinco grados en las zonas costeras. Sin embargo, en ningún punto de la provincia el termómetro bajó de los cero grados, lo que impidió que nevara en otros puntos. Pero esta estampa puramente invernal durará poco, ya que está previsto que a partir de hoy se imponga de nuevo la estabilidad y el riesgo de lluvia se aleje hasta nuevo aviso. Ya para hoy las temperaturas comenzarán a recuperarse y poco a poco volverán a situarse en valores parecidos a los de la semana pasada. En cuanto a las nubes también irán desapareciendo y el sol volverá a predominar en los próximos días.

En la Serranía de Ronda, la nieve dejó ayer cubiertas buena parte de las cumbres de la Serranía de Ronda, llegando a nevar en cotas bajas y dejando algunas dificultades para la circulación en las carreteras, aunque ninguna de ellas tuvo que ser cerrada al tráfico. En concreto, la mayor acumulación de nieve se produjo en la A-366 entre Ronda y El Burgo. También fue necesario circular extremando la precaución en el A-397 entre Ronda y San Pedro de Alcántara, que presentaba problemas en varios kilómetros desde la zona de entrada al parque Sierra de las Nieves. Precisamente, el carril de acceso a este paraje natural también tuvo que ser cortado a la entrada de vehículo durante algunos momentos de la mañana, debido a la intensa nevada que cayó sobre la zona. Aunque no hubo grandes complicaciones en el tráfico, las estaciones de servicio de la zona vendieron también los primeros juegos de cadenas del año. "Esta mañana a primera hora he vendido las primeras", comentaba el responsable de una zona de servicio de la carretera de San Pedro.

No obstante, y a pesar de la imposibilidad de acceder en coche, no tardaron en llegar los primeros visitantes a la zona, que no duraron en adentrarse andando hacia la sierra, con el objetivo de llegar a zonas con una mayor cantidad de nieve. De igual modo, muchos conductores optaron por detener su vehículo durante unos minutos para tomar las primeras fotografías de un paisaje totalmente blanco.

Muchos turistas no quisieron dejar pasar esta oportunidad de llevarse en sus cámaras una imagen distinta de la Serranía de Ronda, aunque habitual para los habitantes de la zona. Pero no fue la Serranía de Ronda la única zona que vio la llegada de la nieve. También a la zona del Torcal, en Antequera, llegaron las primeras nevadas del año. De hecho, debido a la nieve y a la posibilidad de que se formasen placas de hielo, el acceso a este paraje natural fue cerrado al tránsito de vehículos. Mientras tanto, aunque a la ciudad del Tajo no llegó la nieve, sí que una repentina granizada, que duró poco más de cinco minutos, dejó calles y coches cubiertos de blanco, aunque sin daños materiales.

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