Discapacidad

Todos a primera

  • Hace menos de un mes, el equipo de fútbol sala de la ONCE celebró en el Salón de los Espejos del Ayuntamiento sus triunfos l Estos días se han presentado los atletas paralímpicos de Málaga

Aalgunos aún les dura la resaca, y es normal. Mil sueños e ilusiones de aficionados y jugadores, de familiares, mil deseos de comerciantes, hosteleros, autónomos y asalariados de los medios de transporte, quiosqueros, y ciudadanos en general a los que les repercute de manera directa que el Málaga esté en Primera.

Y mañana, España, la segunda vez en la historia que estamos en una semifinal de Eurocopa, a ver quién es capaz de perdérsela.

Nos reunimos para ver el fútbol, y es que las alegrías o las penas, si son compartidas, se sobrellevan mejor. En el fondo tenemos miedos, dudas, desconfianzas, anhelos y sueños, que se refuerzan o desaparecen con el calor de la compañía. Y es que yo solo no, pero si vienen los amigos, entonces nos tomamos una cervecita viendo el partido.

En el fondo, qué sería del Málaga, qué sería de España, que sería en definitiva del fútbol, sin mil gargantas animando en la Bombonera o dándole alas a la Roja.

No todo el mundo tiene la suerte de practicar de manera profesional un deporte mayoritario, fútbol, baloncesto, tenis, fórmula1, etcétera.

Hay miles de deportistas de élite que se baten el cobre sin que casi nadie lo sepa. Entrenan con pocos medios, nadie les solicita autógrafos, piden aquí y allá para que algún patrocinador crea en ellos. Y no son ni más ni menos que los afortunados a los que apenas les cabe un patrocinador más en la camiseta.

Deportistas, todos, sólo que algunos de ellos aprecian más el valor del deporte, y seguramente entre penuria y penuria se preguntan por qué lo hacen. Pero cuando el sudor empieza a calar la camiseta de propaganda que usan para entrenar, los sentimientos de euforia dibujan una medio sonrisa que se mezcla con una señal de dolor, de cansancio, y una vocecita interior le pide que aguante un poquito más.

Muchos de nosotros hemos comenzado a practicar algún deporte, porque de mayores queríamos ser como nuestros ídolos, incluso ganar más dinero que ellos, y para eso, muchos padres no han dudado en comprobar qué tal le da el niño a la raqueta. Otros, sin embargo, comenzaron a practicar deporte porque les apetecía, porque para su físico les venía bien, porque además se conoce gente y, por qué no, porque también queremos competir. Queremos, si podemos, ir a campeonatos, superar a nuestros rivales y ganar, como todos. Pues en Málaga, hay muchos. No lo sabemos, pero los hay... Tenemos campeones de fútbol sala ( ONCE), de baloncesto ( FAMF-Málaga), de esgrima (Carlitos Soler), de natación, de atletismo, de tiro con arco, de boccia, y de muchos más deportes que habitualmente no salen tanto en prensa.

Comenzaron a practicar sus deportes, muchos de ellos, sin ni siquiera gustarles, simplemente por necesidad, por orgullo, por superación, hasta que algunos de ellos, llegaron a amar su deporte, hasta el punto de tener que costearse los campeonatos, los entrenamientos. ¿Y para qué? Pues para poco. Lo máximo que hemos conseguido es ser campeones de España, de Europa y del mundo, y algunas medallas de oro en los Paralímpicos -por cierto, gracias Paqui Bazalo-.

Para mí, todos son deportistas, porque practican deporte. Sólo que a unos les exigiré que ganen para llamarlos campeones. Y otros, para mí, ganen o pierdan, siempre serán campeones.

Y mañana vuelve a jugar España, espero que ganemos.

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