Málaga

La juez envía a prisión al detenido por la muerte del niño y le imputa un asesinato

  • El encausado se negó a declarar ante la magistrada y únicamente contestó a las preguntas de su abogado En el atestado de la Guardia Civil consta que lo dejó ahogarse "porque estaba cabreado"

Prisión sin fianza y la imputación por un presunto delito asesinato. La titular del Juzgado de Instrucción número 12 de Málaga, que estaba ayer de guardia en la Ciudad de la Justicia en la capital, decretó anoche el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, del detenido por la muerte del pequeño Alejandro, hallado ahogado en una balsa de Los Montes en la madrugada del pasado martes. El juez le imputa a Antonio F. un presunto delito de asesinato. Los agentes de la Guardia Civil al frente de la investigación defendían esta misma hipótesis. Consideran que lo hizo con premeditación. Tanto el fiscal como la acusación particular -ejercida por el padre del menor- solicitaron la imputación por un delito de asesinato y prisión sin fianza, al considerar que existe riesgo de fuga e incluso de que ocasione otros daños, según explicaron ayer fuentes cercanas al caso.

El acusado fue conducido desde el cuartel de la Guardia Civil de Rincón de la Victoria a la Ciudad de la Justicia de la capital poco antes de las 13:00. La declaración ante la juez se produjo por la tarde, una vez que estudió el caso, y no duró ni media hora. Según las fuentes consultadas, el detenido se negó a declarar ante la juez y tampoco respondió a sus preguntas ni a las realizadas por la acusación particular. Únicamente contestó a las preguntas de su defensa, ejercida por el abogado Rafael Ramos, que rechazó comentar con este periódico los pormenores del caso. Las fuentes consultadas explicaron ayer que el acusado aseguró que no se acordaba de lo que había declarado ante los agentes que han llevado la investigación, porque cuando fue detenido estaba muy nervioso y se había tomado un Lexatín. También dijo, todo a preguntas de su abogado, que no sabía nadar.

El atestado de la Guardia Civil era sin embargo muy claro, confirmaron las mismas fuentes. En él se especifica que no sacó al menor del agua y que lo dejó ahogarse y que lo hizo porque estaba cabreado con la madre. "Lo dejé ahogarse", "lo oía chillar"; son algunas de las frases sacadas del atestado.

Los agentes al frente de la investigación estiman que el engaño de Antonio F. comenzó desde el momento en que recogió de la guardería al menor el pasado lunes. No pensaba dirigirse al centro comercial de Rincón de la Victoria, su destino era la carretera de Los Montes donde se encontraba la balsa en la que encontraron al menor ahogado. La hipótesis la avalaría un whatsapp enviado por el detenido poco después de recoger al pequeño en el que comunicaba a la madre que estaba o que iba a esa superficie comercial, lo que reflejaría que mintió al informarle donde se encontraba, según fuentes del caso. Sería su primera falsedad. Otro de los indicios estriba en unos mensajes que, al parecer, el joven había enviado recientemente al padre del menor -teniente de la Guardia Civil destinado en Ceuta- en los que reconocía que el niño estorbaba, que no lo quería y le pedía que se lo llevara.

Los agentes centran la muerte del niño entre las 16:15 y las 16:30. Unos 45 minutos después llegó el detenido llegó al centro comercial donde comunicó a un vigilante que se le había perdido el niño. Los agentes del caso se preguntan qué hacía en un lugar tan recóndito y con el paso prohibido y donde no existía posibilidad de pedir auxilio. Desde la denuncia de la desaparición a la recuperación del cuerpo del pequeño y la consiguiente detención sólo transcurrieron nueve horas. Cuando llegaron, según calculan las citadas fuentes, sólo quedaban tres para que el cuerpo se hundiese, y por tanto, hubiese sido más complicada su localización.

El Juzgado de guardia se inhibirá al Juzgado de Instrucción número 6 de Málaga, competente en esta causa al ser el que se encontraba de guardia cuando sucedieron los hechos.

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