El promotor Enrique Ventero, acusado en el caso 'Malaya', ha negado el pago al presunto cerebro de la supuesta trama de corrupción en Marbella, Juan Antonio Roca, para agilizar el trámite de un plan parcial o para intermediación en la venta de unos terrenos en Murcia; mientras que Máximo Filippa, otro procesado también empresario, ha dicho que entregó dos apartamentos al principal acusado por encargo de su padre, ya fallecido.

La Fiscalía Anticorrupción acusa a Ventero de abonar a Roca en varios pago la cantidad de 600.000 euros que relaciona con la aprobación de un plan parcial para unos terrenos de su propiedad, señalando en su escrito provisional que se necesitaba ese trámite para edificar, por lo que "acudió al señor Roca al objeto de conseguir su rápida tramitación y aprobación, lo que dependía de dicho procesado".

El empresario ha asegurado que "jamás" habló con Roca del plan parcial y ha indicado que los técnicos hablaban para la tramitación con los responsables municipales en urbanismo "Francisco Merino y Raquel Escobar, cuando era necesario". Ha añadido, además, que en cuestión de licencias urbanísticas Roca "no era nada, ni para mí, porque yo no he tenido una relación para solicitarle un papel".

Ha insistido en que no dio "ni un solo duro" a Roca y ha negado haber solicitado personalmente licencia urbanística alguna en nombre de una sociedad de la que, ha dicho, "yo no soy el dueño". "Todo es una farsa y una mentira. Dónde están las pruebas que ha aportado la Policía para decir que soy yo, si no tengo ni un solo documento firmado", ha manifestado de forma vehemente, apuntando, no obstante, no saber "dónde está la ilegalidad de solicitar una licencia".

Asimismo, ha indicado que los proyectos en Marbella le han producido "perjuicios" económicos y ha indicado que su imputación tuvo "consecuencias", apuntando que "tuvimos que renunciar a la salida a bolsa" y una de las empresas está en la actualidad en concurso. Este acusado ha sido advertido por el Tribunal por la forma de contestar al fiscal, al que ha dicho en un momento del interrogatorio que "no se lee los escritos".

Al otro acusado que ha declarado en esta sesión del juicio, Máximo Filippa, la Fiscalía Anticorrupción lo acusa por regalar al presunto cerebro de la supuesta trama dos apartamentos, valorados en total en 1,5 millones de euros, "como contrapartida por las resoluciones favorables que les había conseguido en el ámbito urbanístico respecto de promociones inmobiliarias acometidas por entidades vinculadas al empresario".

Este procesado ha asegurado que realizó la entrega del primero de los apartamentos y la escritura del segundo porque "tenía encargo de mi padre", ya fallecido, el cual, según ha relatado, sí había sido amigo de Roca. En este contexto, ha dicho que, aunque desconoce los detalles de estas entregas, supone que se enmarcan en "relaciones comerciales" entre su progenitor y Roca. Ha apuntado que no todos los socios constaban siempre en los documentos de los negocios.