El calvario que viene sufriendo uno de los más importantes proyectos residenciales en marcha en Málaga capital, fijado en los terrenos de la antigua Citesa, en Martiricos, parece acabar. La empresa promotora de esta intervención, Espacio Medina, prevé reactivar los trabajos de ejecución de la primera fase de las primeras 80 viviendas de protección oficial (VPO) a principios del mes de enero, una vez pasen las fiestas navideñas. Un primer paso en una intervención mucho más amplia, que incluye otras 144 VPO, así como dos grandes torres de 30 plantas, y que se verá demorada del orden de 14 meses como consecuencia del parón forzado por el hallazgo de restos arqueológicos y los posteriores trámites con la Consejería de Cultura.

Ello será posible tras recibir el visto bueno por parte de la Delegación de Cultura a la propuesta para actuar sobre los terrenos afectados por este hallazgo (parece un complejo alfarero de época romana), encontrado en la realización del aparcamiento y que será cedido al Ayuntamiento a cambio de parte del subsuelo de la calle Toledo y de una zona verde. Estos metros cuadrados son necesarios para que la constructora pueda mantener vivo el proyecto sin que el hallazgo histórico lastre el proyecto en su globalidad.

Antes de que los obreros, que habían abandonado hace meses la parcela, regresen al tajo, la Gerencia de Urbanismo deberá dar luz verde al estudio de detalle mediante el que proceder a modificar la licencia de obras. Todo ello, según el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, implicará la firma de un convenio con la mercantil para que a cambio de que la ciudad se quede con los restos arqueológicos hallados en parte del suelo, la firma privada pueda usar el subsuelo para extender el aparcamiento.

"Si no logramos esa cesión de suelo la construcción es imposible porque los restos caen justo en el centro de la parcela", explicaba Rafael Bodega, el director de la zona Sur y de Baleares y de la Delegación de Suelo de Espacio Medina. Según el directivo, fue el pasado viernes 18 de noviembre cuando Cultura comunicó que aprobaba la última propuestas puestas sobre su mesa para retomar el proyecto.

De acuerdo con sus explicaciones, el acuerdo con el Consistorio permitirá liberar las parcelas afectadas por los restos, de manera que las plazas de estacionamiento que tenían que ser eliminadas se desplazarán hacia el subsuelo de la calle Toledo y una zona verde. "Lo que hacemos es un intercambio de subsuelo; el de los restos pasará al Ayuntamiento y el de las calles a nosotros", expuso Bodega.

Estos extremos fueron confirmados por el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, quien subrayó el interés municipal por poder poner en valor estos restos. Si bien Urbanismo pretendía trasladarlos al exterior, como parte del parque que se proyecta en la zona, Cultura rechazó la opción, forzando a que se mantuviesen en su ubicación actual. "Yo quiero los restos, démelos y veremos qué hacemos", dijo el edil del PP.