Málaga, ayer y hoy

Un pueblo encaramado a la Sierra que le da nombre

  • Mijas: Hasta el desarrollo urbanístico de la Costa en los años 60 del siglo pasado, el pueblo vivía de la agricultura y la ganadería como principales actividades económicas.

Mijas es quizás el municipio que, al menos en su núcleo urbano original, mejor ha sabido conservar su esencia de todos los que forman el litoral occidental de la Costa del Sol. El pueblo se halla encaramado en la Sierra que lleva su nombre y alejado de la costa por el peligro que suponía en los siglos de la Edad Moderna vivir cerca del mar. En aquella época, "eran frecuentes las incursiones de piratas berberiscos que realizaban actos de pillaje y secuestraban a los campesinos y viajeros que pillaban desprevenidos", contó el historiador malagueño Víctor Heredia. Trasladados al norte de África, no eran liberados sino que intervenían las órdenes dedicadas al rescate de prisioneros cristianos, como los mercedarios y los trinitarios. "Ese peligro justifica la existencia de una importante red de torres vigía y fortificaciones a lo largo de la costa", explicó.

Hasta la década de 1960, Mijas era un municipio cuya población oscilaba entre los 6.000 y los 7.000 habitantes, que vivía esencialmente de la ganadería y la agricultura. De hecho, el viñedo llegó a ocupar buena parte de su término municipal en el siglo XIX, antes de la filoxera. Otras actividades económicas eran la pesca en la franja costera (Fuengirola formó parte de Mijas hasta 1841), la extracción de mármoles en la Sierra de Mijas y los molinos y batanes de papel que aprovechaban como fuerza motriz las corrientes de agua que manan de la Sierra.

Pero el desarrollo del turismo en la Costa del Sol y la demanda de mano de obra para la hostelería y la construcción transformaron en pocos años la economía del pueblo, que inicialmente quedó en un segundo plano. Aunque poco después experimentó la consolidación de núcleos urbanos en las proximidades de Fuengirola, como Las Lagunas y La Cala, y la proliferación de urbanizaciones y diseminados que han convertido a Mijas en uno de los municipios que mejor ejemplifica el turismo residencial y la multiculturalidad donde viven unos 30.000 extranjeros.

Mijas Pueblo, núcleo originario, "ha sobrevivido a esa transformación conservando una imagen de tipicidad que le da un atractivo especial en un marco tan urbanizado como el de la Costa", según el historiador. En 1969 la villa fue declarada conjunto histórico-artístico por sus valores patrimoniales y urbanísticos. El casco urbano de Mijas ha sabido conservar su aspecto tradicional, pero aun así el crecimiento hace difícil reconocer en una imagen actual el aspecto de población agrícola encaramada en la Sierra.

Población multiplicada por ocho

Con casi 80.000 habitantes, Mijas es enla actualidad el tercer municipio por población de la provincia. Su crecimiento ha sido espectacular, ya que la población se ha multiplicado por ocho entre 1970 y 2012. Aunque ésta se encuentra repartida entre Mijas Pueblo, Las Lagunas, Mijas Costa y La Cala, además de numerosos diseminados distribuidos por un término municipal de 148 kilómetros cuadrados.

Casas blanca como seña de identidad

La fotografía antigua refleja a un pueblo de principios del siglo XX en el que se ve la ladera del monte, con una hilera de casas que sigue el camino hacia Coín bordeando la Sierra. Las viviendas, modestas y encaladas, han sido sustituidas por edificios que aprovechan el desnivel para desarrollarse en varias alturas. Los antiguos bancales agrícolas ya han sido completamente urbanizados.

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