Málaga

Un pulmón verde

torremolinos

Un espacio para respirar tranquilidad, armonía y disfrutar de la naturaleza más cuidada. Así es el nuevo jardín japonés que en breve abrirá sus puertas en el complejo Los Manantiales-Jardín Botánico Molino de Inca, el cual se encuentra situado en la entrada de Torremolinos. Como su nombre indica, el nuevo atractivo turístico consiste en la recreación de un jardín tradicional japonés, para lo que se ha acondicionado una superficie de unos 500 metros cuadrados. El nuevo atractivo turístico ha creado siguiendo los principios de los típicos jardines nipones y en este caso de los llamados Tsukiyama, es decir, un jardín con colinas y estanques. Para ello se han seguido los bocetos presentados por José Vergara y Juan Vallejo, los cuales forman parte de la asociación cultural Hi no Hikari. En concreto, el nuevo jardín cuenta con un desnivel de 15 metros que se ha aprovechado también para crear un nacimiento de agua que se bifurca en dos pequeños riachuelos, los cuales, tras pasar por varios saltos de agua, se vuelven a unir para crear un estanque de aguas limpias, también denominado Chitai.

Pero las características del nuevo recinto, al que se ha denominado El jardín del ermitaño, son bastante concretas, puesto que el espacio se ha dividido en dos zonas principales bien diferenciadas. Para comenzar, el visitante podrá ver la denominada como zona boscosa o alta, donde predomina la vegetación más densa compuesta por diferentes tipos de arbustos y árboles, como es el caso de las coníferas. En esta zona también se encuentra un camino empedrado a través del que se accede a una vista completa del jardín.

Tras realizar un paseo por esta parte, el espectador pasa a sumergirse en un segundo recinto más contemplativo al que se accede por un camino principal. Por un lado se puede ver el jardín seco o Karesansui donde se encuentra una representación de los tres picos del monte Calamorro y un puente que transcurre sobre el estanque. En el lado derecho del camino se sitúa un algarrobo centenario, también llamado Niwa-ki. Los dos partes se terminan uniendo a través de un camino que da acceso a la parte alta del espacio botánico.

Pero lo más llamativo del recinto es, sin duda, la cuidada vegetación que se puede encontrar. A lo largo de todo el recorrido predominan las plantas con formas topiarias (podadas de forma ornamental), que envuelven, como si de un marco se tratara, a otras infraestructuras instaladas, como es el caso de bancos y linternas. Hasta los caminos se han realizado imitando la manera tradicional, ya que han sido creados con piedras y maderas. Además, alrededor del Niwa-ki se han plantado distintos tipos de bonsáis. Incluso se podrá ver una casita de té y una vasija de agua pura donde los viajeros pueden refrescarse.

En total, se han plantado 52 unidades de árboles y más de 120 tipos de arbustos, los cuales sirven para crear un entorno cuidado que invita a la meditación y a olvidarse de los quehaceres diarios.

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