Por más que visualmente se muestre como un conjunto unitario, la realidad es que son dos las Equitativas existentes. Tantas como partes en las que se divide su propiedad, tantas como promotores mayoritarios cuentan las semanas y los meses para acometer una operación esperada desde hace años en pos de recuperar la vida para un inmueble en el que hoy por hoy hay más vacío que espacio ocupado. Y todo ello conduce a concluir que el futuro del que es uno de los edificios más simbólicos de la ciudad, que mira frente a frente a la escultura del Marqués de Larios y a la calle que lleva el nombre del histórico noble, pasa necesariamente por dos intervenciones. Ya se verá si con el mismo fin o con usos también diferenciados.

De hecho, la existencia de dueños diversos ha sido durante décadas una de las razones de que poco o nada se haya hecho sobre el edificio. El desembarco a finales del pasado año de un grupo de inversión asentado en Miami, Key International, para hacerse con el paquete hasta ese momento en manos de la promotora Rubcapel, no ha hecho más que dar continuidad a la situación anterior. Porque Key International, en este caso a través de la sociedad Alameda Retail, es propietario principal de la sección este de La Equitativa. Es decir, de esa que los peatones pueden reconocer como la parte más baja, de planta baja más siete alturas y ático.

La posibilidad de que al menos la parte este sea hotel, pendiente de los minoritarios

Es este el dominio del fondo de inversión, al punto de que tiene en sus manos el 97% de esa parte del inmueble. Un porcentaje que, tomando en consideración el conjunto de toda La Equitativa, viene a equivaler a un 60%. Los datos ponen de manifiesto que se trata del dueño principal, pero ello no permite afrontar una intervención sobre el conjunto. La inexistencia de acuerdo con el otro propietario principal, Ingomar (sociedad vinculada al grupo Piscis) hace que sean dos y no solo uno los proyectos potenciales.

A esto se suma que, al parecer, los planes de cada uno de los operadores también varían, si bien la fuerza de los acontecimientos puede hacer que finalmente acaben coincidiendo. De inicio, la apuesta de Key International ha sido y es la de convertir su parte del edifico en un hotel de 5 estrellas, dando respuesta de este modo a un destino largamente planteado en la ciudad. ¿Por qué no por tanto que este mismo uso se extienda al conjunto del edificio? Porque Ingomar, según fuentes consultadas, estaría apostando más bien por mantener el uso residencial que actualmente tiene el inmueble. Y eso supone que la parte más reconocible de La Equitativa, que es la correspondiente al lateral oeste, integrado por la torre de hasta 14 plantas, siga siendo contenedor de viviendas.

Pero una cosa son las pretensiones en origen y otra el modo en que puede culminar el camino. Key International llegó a presentar semanas atrás ante la Gerencia de Urbanismo un proyecto básico para rehabilitar su parte del edificio y destinarla a hotel. Un paso con el que iniciar el camino administrativo necesario para, llegado el momento, disponer de las autorizaciones pertinentes para concluir con el ansiado establecimiento. Incluso, según fuentes de la propia firma, se han llegado a establecer contactos con cadenas hoteleras interesadas en la explotación de un establecimiento que podría albergar del orden de 80 habitaciones y que supondría una inversión de 14 millones de euros.

El escollo con el que se topa la empresa, y no es menor, es que hay dos propietarios minoritarios que rechazan de plano la posibilidad de que sea un hotel lo que se construya. Y eso, por más que apenas tengan representación, puede ser suficiente para dar al traste con los planes de la firma. La situación se complica principalmente porque aunque el proyecto pueda garantizar entradas independientes a la vivienda de la inquilina que se opone al hotel y al local comercial que en la actualidad alberga una inmobiliaria, el visto bueno de ambos puede ser decisivo por verse afectados por los espacios comunes. En este escenario, la hoja de ruta de Key International sigue pasando por poner sobre la mesa de Urbanismo otro proyecto básico, en este caso para impulsar la rehabilitación de la parte este de La Equitativa pero para uso residencial, con unas 30 viviendas. La actuación rebajaría la inversión hasta los 8 millones, según la empresa.

El estado de la cuestión en el caso de la torre es algo menos negativo para Ingomar. De hecho, esta misma semana alcanzó un acuerdo de compra con el propietario del histórico negocio de pelucas instalado en los bajos, Pelucas Paco's, que tendrá que abandonar este espacio a finales de octubre tras más de 42 años. A esta adquisición hay que sumar, según fuentes conocedoras de la operación, el acuerdo para hacerse con una de las viviendas ocupadas, restando, a priori, al menos otra. Queda por concretar los planes ciertos de Ingomar, dado que hasta el momento no ha trascendido cuándo tiene intención de acometer la actuación.

Con todo, lo que parece claro, según fuentes consultadas, es que la posibilidad de que La Equitativa en su conjunto pueda acoger un gran hotel quede desechada, ya sea por la falta de acuerdo con parte de los minoritarios o porque la pretensión de uno de los dueños principales nada tiene que ver con este uso. La buena noticia, en cualquier caso, es que parece que el escenario para que este simbólico edificio pueda recupera parte del esplendor que tuvo en su día está algo más cerca.