Málaga

Los sindicatos intensifican su protesta al no avanzar en el convenio de hostelería

  • Hoy comenzarán una marcha a pie en Marbella que acabará el viernes en Málaga

  • La flexibilidad de la jornada es el cuello de botella

  • Nueve reuniones y no hay avances

Numerosas personas en un restaurante de Málaga.

Numerosas personas en un restaurante de Málaga.

Tras nueve reuniones entre la patronal y los sindicatos no ha habido ningún avance en la negociación del convenio colectivo de hostelería, que agrupa a 80.000 empleados en la provincia de Málaga, y los representantes de los trabajadores desarrollan a partir de hoy su primera gran medida de protesta. Se trata de una marcha reivindicativa que partirá a las 9:00 en la rotonda de entrada de Puerto Banús y que, durante cuatro días, pasará por Fuengirola, Mijas, Benalmádena y Torremolinos por la N340 hasta finalizar el viernes en la sede de la Confederación de Empresarios de Málaga. En esta marcha a pie ya han confirmado su asistencia los máximos representantes de CCOO y UGT en la provincia y también se sumaron ayer dirigentes de Izquierda Unida.

Ayer por la mañana estaba convocada una nueva reunión de la mesa negociadora del convenio para intentar llegar a un acuerdo y que no fuera necesario iniciar esa marcha. Sin embargo, ni siquiera empezó porque no había propuestas nuevas a debatir. "Le preguntamos a la patronal si habían traído alguna idea y nos dijeron que no, no había mimbres para hacer ningún canasto y no nos vamos a reunir para perder el tiempo", aseguró Lola Villalba, responsable de turismo y hostelería del sindicato CCOO, quien destacó que "no están rotas las negociaciones pero nos hemos emplazado a vernos a la próxima semana porque tras nueve reuniones no llevamos ningún avance ni atisbo de mejora". Villalba señaló que "con la marcha le vamos a demostrar que tenemos capacidad de movilización" y destacó que los trabajadores están "crispados e indignados" con la reclamación de la patronal, que se basa principalmente en jornadas flexibles.

Los empresarios piden flexibilidad en la jornada para adaptarse a las necesidades

Las negociaciones por los convenios colectivos son siempre duras y máxime en un sector como la hostelería, uno de los más importantes de Málaga. Se da además la paradoja de que el convenio es el mismo para los hoteleros que para los hosteleros, aunque sus necesidades sean distintas pues no tiene la misma exigencia una camarera de piso que un cocinero de restaurante. De hecho, los hosteleros quieren un convenio independiente del hotelero. En cualquier caso, los hoteleros defienden que la Costa del Sol "tiene el mejor convenio colectivo del sector en España" y los empleados niegan la mayor.

Los sindicatos critican que la patronal quiere reducir el descanso a un día y medio semanal cuando hasta ahora hay dos días "y pretenden flexibilizar la jornada haciendo que se pueda estar hasta 14 días sin descansar". "Quieren que trabajen más de ocho horas al día, hasta 14 días seguidos y descansar uno y eso es explotar", añadió Villalba. Las reclamaciones de los sindicatos son, además de mantener los dos días de descanso o evitar esa acumulación de jornadas, una subida salarial anual del 4% porque "ha subido un 4,5% en cuatro años y los hoteles han rentabilizado en ese periodo un 35% el precio de la habitación"; un día más de asuntos propios (ahora hay uno); más formación sobre salud laboral; ampliar las horas de permiso para visitas médicas; o "que no se abuse de los contratos de formación y prácticas". Los empresarios, por su parte, aseguran que "no son explotadores" y que piden flexibilizar la jornada para "adaptarse" a las nuevas necesidades de los clientes.

"Ya hemos hecho grandes esfuerzos a lo largo de estos últimos años, con expedientes de suspensión de empleo, con subidas salariales de apenas el 4,5% en cuatro años y no queremos perder todo lo que se ha conseguido en 40 años", destacó Villalba, quien reiteró que "estamos más que nunca cargados de razón porque hay muchísimos turistas y ahora nos quieren quitar derechos a los trabajadores".

Como en negociaciones anteriores, el asunto se pondrá realmente serio cuando los sindicatos empiecen a hablar de huelga, pues en plena entrada del verano podría suponer un importante revés para el turismo y la imagen de este destino. Si la huelga llegara a plantearse se podrían perder reservas y, obviamente, ni la patronal ni los empleados quieren eso. "Es penoso que siempre haya que tener la amenaza de huelga en la cabeza porque es algo que hace daño, pero la patronal hasta que no la ve encima no se la cree", afirma Villalba. La marcha empieza hoy y los ánimos se irán calentando. Si no hay acuerdo en las próximas semanas la huelga estará sobre la mesa.

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