Málaga

Ni el sol ni tampoco la playa

  • Dificultades para captar expertos en el mercado nacional e internacional

Oracle, líder mundial en soluciones informáticas, quiere que en tres años su Centro Internacional de Servicios de Consultoría, ubicado en Málaga, cuente con 400 ingenieros. Además, el BBVA también ha optado por el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) para instalar su Centro de Operaciones de Alto Valor OP Plus. De partida dispondrá de 200 empleados, si bien los portavoces del banco han declinado en este momento hacer pública su previsión de crecimiento para este año.

Finalmente, el grupo chino de telecomunicaciones Huawei ha anunciado que instalará en Málaga un centro de asistencia técnica para dar soporte a sus productos en España y América Latina. De entrada se calcula que arrancará con una plantilla compuesta por medio centenar de personas.

La previsible demanda de ingenieros de estos grandes grupos se suma a la de las empresas locales que han alcanzado ya una cierta dimensión y se hallan en pleno despegue. Este es el caso de AT4 Wireless, con una plantilla que supera los 300 empleados, de ellos el 90 por ciento de alta cualificación. Su director general, Luis Fernando Martínez, señala que el año pasado se incorporaron 80 personas y que este año lo harán entre 60 y 70.

Tan sólo en el portal infoempleo.com se buscan más de 40 ingenieros de diferentes disciplinas para la provincia de Málaga. Más de la mitad son puestos ofrecidos por la multinacional Coritel, que busca informáticos recién licenciados.

Andalucía se ha quedado corta para las necesidades de las empresas del PTA, sobre todo cuando más de la mitad de los recién titulados de las escuelas de ingeniería de Málaga acaban incorporándose a empresas de fuera de la provincia, sobre todo en Madrid. ¿Dónde encontrar este personal cualificado?

La recuperación de talento exportado aparece como una de las opciones. En este sentido, el director del PTA, Felipe Romera, anuncia que se impulsarán políticas activas para fomentar el retorno de ingenieros malagueños.

Otra opción es atraer expertos extranjeros. AT4 Wireless hace ya un tiempo que intenta enrolar en la empresa a ingenieros de otros países "que nos vamos encontrando por el mundo", dice Luis Fernando Martínez. El objetivo no es fácil. Muchos de los que vienen se van porque descubren que aquí no encuentran una calidad de vida propia de una ciudad pequeña del sur de Europa.

"Conseguimos que se vinieran un finlandés y un francés que estaba afincado en Taiwán, pero ambos se han ido ya. Hay que tener en cuenta que Málaga ya no es una ciudad barata, los atascos para venir a trabajar son una constante y todo esto hace que se pierda calidad de vida", reflexiona Luis Fernando Martínez.

Una de las últimas pérdidas fue un ingeniero español afincado en Suecia desde hacía 15 años al que lograron convencer para que se viniera a Málaga. "Cuando llegó vio que esto no es lo que buscaba. Que quería mayor calidad de vida".

La importación de expertos asiáticos o hindúes, actualmente dos de los mercados laborales más activos en el mundo de las ingenierías y la I+D+i es un cometido, en este momento, casi imposible. Los trámites administrativos que impone la Ley de Extranjería dificultan cualquier movimiento: desde el mismo hecho de la emigración hasta la homologación de los títulos. "El año pasado quisimos traer un hindú. Después de un año de papeleo tuvimos que dejarlo por imposible", dice el director de AT4, que critica que sea más fácil contratar en el extranjero a una empleada de hogar que a un profesional cualificado.

Otra alternativa que barajan las empresas es competir en el mercado nacional, aspecto en el que encuentran dos elementos adversos: sueldos bajos y escasa cultura de movilidad laboral. Por el momento se está intentando en Granada y Sevilla. Abordar Madrid parece más complicado porque las diferencias salariales son muy grandes y la falta de personal es tan aguda como en Málaga.

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