María Dolores Valencia. Secretaria provincial del sindicato unificado de policía

"La subida de sueldo costará, pero llegará si hay unidad"

  • Asegura que Málaga tiene una necesidad real de 1.000 policías más

  • Lamenta que se utilizara a la Policía "de pared" en la crisis catalana

María Dolores Valencia, en las oficinas del sindicato SUP.

María Dolores Valencia, en las oficinas del sindicato SUP. / fotografías: Javier albiñana

María Dolores Valencia acaba de cumplir un año como secretaria provincial del Sindicato Unificado de Policía, el mayoritario en el Cuerpo, y está en el centro de la negociación para que el Gobierno equipare los sueldos de policías y guardias civiles con las autonómicas. Nos recibe en un diminuto despacho de la comisaría del Distrito Norte (Palmilla), donde la actividad del sindicato es frenética.

-¿Qué está cambiando en la Policía?

-La mayoría de los compañeros que entran hoy tienen un nivel de estudios superior a lo que había, pero durante varios años no se ha aumentado la tasa de reposición de los que se han ido jubilando y tenemos un déficit de más de 10.000 policías a nivel nacional. En Málaga este déficit se nota más. En las plantillas costeras, donde la delincuencia continua, incluso sube, no hay suficientes policías. Y la formación es deficitaria y escasa y la damos los sindicatos. Si hay más delincuencia y faltan policías, significa que hay cambios en tu jornada laboral. En verano, con el triple de turistas y las vacaciones, el trabajo se multiplica por tres para los que se quedan.

-¿Cuántos agentes harían falta en Málaga?

-Nuestros cálculos es que faltan 600 en la provincia, según el catálogo de puestos de trabajo de un estudio de 2008, cuando debe revisarse cada cuatro años. Y hoy las características de Málaga no tienen nada que ver con lo que había aquel año. La realidad es que harían falta unos 1.000 agentes más.

-¿A qué realidad se refiere?

-Independientemente de que a mayor población puede haber más delitos, no es eso solo. Nos encontramos en una zona con el crimen organizado, atractiva para el resto de Europa y vemos por estadísticas que los nuevos delitos surgen aquí, se inventan aquí en la Costa. Necesitamos tener a gente formada con lo nuevo y seguimos exigiendo mayor formación por parte de la Dirección General de la Policía. Si además tenemos menos policías, llegamos a donde llegamos. Nosotros entramos a la Policía con la promesa de serlo los 365 días al año y si surge un servicio tenemos que ir, aunque estemos en el cumpleaños del hijo. Cuando hay falta de personal o traslados como en el caso de Cataluña, soportamos esa carga de trabajo los que quedamos aquí y de ahí la solicitud de que se pagara. Porque si te dan tiempo libre a cambio de esas horas y no las puedes coger porque no hay policías suficientes, engañas a la familia y a ti mismo.

-Dice que en la costa se inventan nuevos delitos ¿cuáles?

-Por ejemplo, en Guadalmar se detectó el primer caso de reventar los cajeros automáticos mediante el uso del gas. También en Marbella hace unas semanas se descubrió una nueva sustancia estupefaciente en forma de cigarrillo eléctrico, una nueva droga que se iba a repartir por el resto de España y Reino Unido.

-¿Qué supone ser Policía?

-El verano pasado iba con mi marido y los niños paseando por La Carihuela a las doce de la noche y vimos a una pareja de extranjeros paseando y dos hombres y una mujer que se acercan por detrás y los veíamos venir, que iban a robar. Automáticamente actuamos. Cogimos a la mujer de nacionalidad rumana que ya había sacado la cartera del bolso. Llevamos a los extranjeros al hotel a recoger el pasaporte y con mis niños al lado todo el tiempo, luego a la comisaría, donde dimos la descripción de los otros autores, que pillaron al día siguiente. Eso es ser policía. Tú eres policía siempre y no puedes mirar para otro lado si eres consciente de que van a cometer un delito. No es la primera vez que vamos a un centro comercial a comprar y vemos que van a robar y tienes que actuar. Por eso no entendemos que se tire de nosotros cuando hace falta sin acordarse también de que somos personas con nuestros propios problemas. Y el tema económico es importante. Sabemos que no estamos pidiendo nada que no nos merezcamos, porque era parte de nuestro sueldo y en 2010 fuimos conscientes de la crisis, pero ahora se supone que el país está creciendo un 3% y es el momento de pedirlo.

-¿Está bien pagado su trabajo? ¿Cuánto cobra un policía?

-Bien pagado no está. Estamos cobrando los 1.560 euros. Yo entré en el año 1999 con casi 1.700 y ahora cobro menos. Un policía de base gana 1.480 euros.

-¿Cómo va la negociación en la que piden que sus sueldos se equiparen a los de otras policías?

-Estamos en una mesa técnica y el ministro Zoido nos dijo que iba a haber un tope de 1.500 millones de euros y una pérdida de derechos sociolaborales, a lo que nos opusimos. Se nos puso un documento sobre la mesa y dijimos que no. Todo esto es a partir de una declaración de conflicto colectivo, si no, no hubiera llegado. Nos pidieron datos pero no tenemos que darlos nosotros, se supone que cuando desde el Ministerio plantean ese dinero es porque los tienen. No nos los dan. En la última reunión ya no asistió el secretario de Estado y les dijimos que si nos iban a marear la perdiz ya no íbamos a sentarnos en una mesa técnica.

-Entiendo que no hay avances.

-El ministro de Interior dijo que nos habían dado datos sobre cómo se llevará a cabo y en qué condiciones, algo que es mentira. De nuevo se hace mención ahora a los derechos sociolaborales, cuando él dijo que no íbamos a perder. Estos derechos los hemos luchado, y por ejemplo la segunda actividad está recogida en una Ley Orgánica. Me quedo con que en nuestra jornada laboral, en las siete horas y media de jornada laboral, te estás metiendo en los peores 15 minutos de cada familia. No entendemos por qué se nos marea tanto cuando nuestras horas de trabajo valen lo mismo que las de otras policías. Somos la única policía que no cobra las horas extraordinarias, que sí se pagan a las locales y autonómicas. Tienes derecho a horas de descanso, pero ¿cuando las coges si no se cubren los mínimos?

-¿Vais a conseguir ese objetivo?

-Quiero ser positiva y espero no cambiar esa actitud. Creo que va a haber una subida pero nos va a costar muchísimo y sí es cierto que llegará siempre que permanezcamos todos unidos, Policía Nacional y Guardia Civil.

-¿Por qué cobra menos un policía o guardia civil que un agente autonómico con iguales competencias?

-Tenemos más competencias, porque en Cataluña seguimos estando y si ellos (Mossos) tuvieran las mismas no haría falta. Las autonomías han intentado pagar más para afianzar a esa policía que depende de ellos. Lógicamente al estar mejor pagados vas a estar más involucrados. ¿Con nosotros qué ocurre? Que vamos a estar involucrados siempre, porque sabemos lo que significa nuestra profesión. Al depender del Estado siempre nos intentan comparar en lo que interesa con el resto de funcionarios. Por ejemplo en la conciliación, que existe un plan para todos los funcionarios excepto para las fuerzas de seguridad, que te permite coger horas intensivas de trabajo en jornada de mañana en verano y no podemos hacerlo. No podemos poner un horario que te venga bien; todo depende del puesto que tengas y de que esa comisaría lo permita. El Plan Concilia no existe para nosotros.

-¿Se sintieron los policías abandonados por el Gobierno tras lo ocurrido en octubre en Cataluña?

-Sí porque no había información. Tuve la suerte de tener información como representante sindical y por la gente de Málaga que estaba allí, pero no hubo un seguimiento de lo que estaba ocurriendo por parte de La Dirección General de la Policía ni cómo poder evitar lo que estaba ocurriendo. Me llamaron de noche compañeros a los que estaban haciendo un escrache en el hotel y estaban escondidos, con miedo de que no sabían si iban a poder salir. Algunos decían que jamás como entonces se habían sentido extraños en su propia tierra y lo único que habían hecho es ir a trabajar y defender la Ley. Fue una situación complicada, de verte solo.

-¿No hubo organización en esa operación policial?

-Lo que es la organización al principio es entendible que se mantuviera el sigilo, pero faltó coordinación, el confiar en los representantes sindicales, que sólo buscábamos la mejora de todos. Muchas veces parece que somos un enemigo dentro del cuerpo. Somos conscientes de las circunstancias excepcionales que ocurrieron pero no entendemos el porqué de tanto secretismo y que no hubiera coordinación.

-¿Cree que fue proporcionada la intervención policial el día del referéndum?

-En mi opinión sí. Hubo fotos y vídeos que no correspondían al momento, posibles encerronas que se nos han hecho, porque nos utilizaron. No entiendo ni entenderé el porqué se nos puso a nosotros de pared para poder evitar algo que se sabía que iba a pasar. Todo está investigándose. Se nos ha llamado policía represora y sólo se nos ha visto la parte de la porra, sin conocer otra faceta. Los compañeros que fueron, tanto de la Unidad de Intervención Policial como de la Unidad de Prevención y Reacción fueron porque están especializados en una parte, que era para reprimir y tenemos que ver qué orden hubo.

-¿Os preocupa la imagen que tiene allí ahora la Policía?

-Sí y por otro lado también ha habido anécdotas muy buenas que nos han hecho sentir que no estábamos solos. Hubo apoyo pero también nos llegamos a sentir odiados en nuestra propia tierra y lo único que hicimos fue ir para hacer cumplir la Ley y se nos mandó hacer ese servicio. Tampoco nos gusta hacer desahucios, echar a alguien de su domicilio, pero tenemos que hacerlo.

-¿Qué demandas tienen en medios materiales. Se cumplió su petición de chalecos antibalas?

-Pedimos un chaleco por policía y hoy lo tienen los uniformados, pero el resto no. Muchos se lo han comprado. Suelen existir algunos chalecos colectivos por brigada. La semana pasada volvimos a demandarlos y han llegado algunos que se están repartiendo en el grupo de atracos. Seguimos con un déficit de 800 chalecos en la provincia. No los hay para las mujeres. Se ha sacado uno pero se fabrican muy pocos y no llegan.

-¿Son suficientes las medidas que aplican para el seguimiento de casos de maltratadas?

-No es suficiente. Hay escasez de vehículos y la Unidad Familiar de Asistencia a la Mujer (FAM) no puede llevar a cabo el protocolo con exactitud, por falta de agentes y de medios adecuados. Nos hemos encontrado con la barbaridad de un solo policía para 60 mujeres. Ahora la media está en 30-40 mujeres por policía.

-Han denunciado el aumento de suicidios entre la Policía.

-Han aumentado los casos porque cuando colgamos el uniforme no dejamos de ser una persona más con sus problemas. La escasez de personal, el tener que dar más de nosotros, hace que lleguemos a casa con mucho estrés y no tenemos un protocolo válido para evitar estas situaciones. En cinco años ha habido 43 muertes, principalmente en la escala básica. En Málaga, dos el pasado año. No todo el mundo está preparado para absorber los problemas de los demás. Vemos suicidios, reyertas, agresiones sexuales, homicidios. Y luego, tus problemas.

-¿Están las mujeres bien representadas en la Policía?

-Ya somos más y me quedo ahí. Recuerdo cuando entré en Torremolinos, éramos 7 mujeres de una plantilla de 360 y hoy somos 54. Nunca va a existir el 50% y lo tengo asumido. En sus comienzos esta fue una profesión masculinizada y la conciliación también creo que repercute, porque los ascensos implican cambios de puesto.

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