Málaga

Los taxistas fuerzan el compromiso de que se revisen las multas más dudosas

  • La bronca que se desencadenó el jueves en la estación de Renfe deja sin servicio a la capital durante casi 10 horas · La Policía se compromete a aumentar la vigilancia contra los intrusos en el sector

Los taxistas y la Policía Local sellan una tregua. Tras las escenas de tensión que se vivieron el jueves en la estación de trenes María Zambrano, representantes del gremio de taxistas malagueños y altos mandos policiales mantuvieron ayer un encuentro en la jefatura de la Policía Local que sirvió para poner fin a un conflicto que ha dejado a la capital sin servicio durante casi 10 horas. Los taxistas forzaron cinco grandes compromisos que pasan por una revisión periódica por parte de un representante del Instituto Municipal del Taxi y otro de la Policía Local de las denuncias de tráfico generadas por el vehículo de vídeo que se consideren dudosas. "Es algo que se venía haciendo, pero a partir de ahora la Policía prestará aún más atención", aseguró el director del Instituto Municipal del Taxi, Francisco Gavira.

Además, a partir de ahora, los agentes inspeccionarán las paradas turísticas para detectar a los vehículos que estén indebidamente estacionados. Asimismo, en la zona de Vialia, la Policía se comprometió ayer por escrito a enviar una unidad los días de diario en la franja horaria solicitada por el taxi. En cuarto lugar, los agentes recibirán un curso de actualización de la normativa del transporte público. Por último, ambas administraciones acordaron mantener una reunión en el plazo de un mes para analizar el grado de cumplimiento del acuerdo.

El entendimiento llegó tras una reunión a la que acudieron el presidente de Aumat, Rafael García; el superintendente de la Policía, Pascual Sánchez-Bayton; el coordinador general del Área de Gobierno de Seguridad, Francisco Villabona; y el gerente del Instituto Municipal del Taxi, Francisco Gavira. Al término del encuentro, los representantes del sector del taxi le trasladaron a los trabajadores, que se encontraban concentrados en la avenida de Martiricos, los puntos del acuerdo. Tras analizarlos en una asamblea a pie de calle, los taxistas se comprometieron a regresar al servicio si los puntos del acuerdo se plasmaban por escrito, algo que se produciría unos minutos después tras la autorización de los altos mandos policiales.

"Estamos para ayudarles. Es lógico que se produzcan fricciones como la del jueves, pero los taxistas no pueden olvidar que nosotros tenemos que mirar por la circulación. Ellos también se han comprometido a una mayor colaboración y nosotros, entre otras cosas, a vigilar a aquellos taxistas que vienen de otras localidades a recoger a clientes, una práctica ilegal, y a prestar más atención a los aparcamientos que tienen en las zonas turísticas del centro", aseguró al término de la reunión el coordinador del Área de Seguridad Ciudadana.

Sobre los incidentes del jueves, Villabona volvió a negar que el agente sacara su arma reglamentaria para disuadir a los taxistas. El incidente se desencadenó después de que un agente de la Policía multara a dos taxistas que tenían estacionados sus vehículos en la zona de precontratados. Como aseguraron varias fuentes, uno de ellos sí tenía permiso para aparcar su vehículo en este punto, por lo que increpó al agente. Varios compañeros que estaban presenciando la escena también reprendieron la actitud del policía, que al sentirse presionado, según varios testigos presenciales, sacó su arma. Ello provocó que el colectivo interrumpiera el servicio en la estación de trenes. Al filo de las 22:00, cerca de 200 vehículos se desplazaron en caravana hasta el Ayuntamiento en señal de protesta. A la concentración se sumaron los taxistas del centro y prácticamente todo el servicio de taxis de la capital se interrumpió.

Ayer por la mañana volvieron a parar la actividad al concentrarse desde las 8:00 en la explanada del rastro de Martiricos. La consigna era clara: hasta que no hubiera un acuerdo el servicio no se restablecería, algo que, finalmente, se produjo a las 14:00. A esta hora, el sector tras varias horas muy tensas, recuperaba la calma.

"Estamos satisfechos porque la Policía nos está machacando con denuncias de hasta 200 euros. Lo que no podemos estar es continuamente preocupados de si nos van a multar al dejar a un cliente", aseguró el presidente de Taxi-Unión. Francisco Soria. Para el de Aumat, Rafael García, la Policía tiene que comprender a partir de ahora las particularidades del taxi: "Somos un servicio de puerta a puerta y nos hemos convertido en un ente recaudatorio del Ayuntamiento. El Ayuntamiento debería dedicarse a otras cosas como vigilar los taxis pirata los vehículos que aparcan en nuestras paradas".

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