Medicina

El tercero de 13.439

  • Un médico rondeño de 25 años logra esa posición en la nota del examen parar hacer la residencia

  • Dice que ahora le toca "recuperar la vida social"

Mariano Ruiz Ortiz, en la sede del Colegio de Médicos.

Mariano Ruiz Ortiz, en la sede del Colegio de Médicos. / L. G.

Rondeño, 25 años, médico. Esos son los datos básicos de Mariano Ruiz Ortiz. Pero desde ahora debe sumar otro más: es el tercero en España del examen MIR. El tercero de 13.439 aspirantes.

Con modestia dice que ocupó ese puesto en la prueba, pero que en el global -promediando otros apartados del expediente- quedó el séptimo. Y sostiene que esperaba que le fuera bien porque en la academia en la que preparó el examen le hacían hacer simulaciones y sus resultados eran buenos, pero que nunca pensó que sacaría una nota tan alta. "Pero de ahí a ser el tercero... Al principio estaba en una nube. El puesto es bonito, sobre todo por la familia que está muy orgullosa, pero es anecdótico. Lo importante es que me permite elegir la especialidad que quiera y el hospital que quiera", afirma.

De momento cree que se decantará por Neurología y que probablemente se irá a Madrid. Pero aún no tiene decidido a qué centro hospitalario. "Aún tengo que darle vueltas y consultarlo con la almohada", confiesa.

Ya es médico. Se tituló en la Universidad de Málaga. Pero aún le falta la especialidad. Lleva siete años estudiando. Primero los seis de la carrera, que acabó en junio del año pasado. Casi no se dio un respiro y unos días después comenzó la preparación del examen MIR.

Hincó los codos muchas horas desde entonces hasta principios de enero, cuando se presentó a la prueba para la residencia, en Granada.

"Llevo siete años calentando y ahora tengo ganas de jugar el partido", admite. Es decir, de ejercer la profesión. Porque cuando empiece su periodo de formación en la especialidad en torno a finales de mayo, comenzará a trabajar de médico y a cobrar el primer sueldo como profesional.

"Tengo amigos que como estudian carreras más cortas ya son independientes económicamente", explica.

Reconoce que cuando le dieron la nota no se lo creía. El truco: estudiar mucho para el examen y antes de entrar en la prueba conversar con los amigos de otros temas para mantener los nervios a raya. "Creía que iba a estar más nervioso. Pero me sirvió el hecho de que en la academia habíamos hecho simulacros", relata. El examen duró cinco horas e incluyó 235 preguntas tipo test.

Mariano confiesa que aunque tiene ganas de debutar como médico, de momento le apetece relajarse después de tantos años de estudio intenso. "Ahora estoy de vacaciones y haciendo mucho deporte", aclara. Toca bicicleta y gimnasio para compensar demasiadas horas sentado para aprobar el MIR.

Hace unos días, fue por el Colegio de Médicos, su colegio. Los colegas no paraban de felicitarle. Incluso, algunos miembros de la directiva se retrataron con él.

Mariano cuenta que desde junio apenas paraba de estudiar algunas horas los domingos. Así que hasta que empiece a trabajar dentro de un par de meses dice que se dedicará a "recuperar la vida social". Se lo ha ganado.

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