Las pateras que llegan a las costas andaluzas casi siempre traen menores. Algunos vienen con sus madres, pero la mayoría arriban solos. En estos últimos casos -los llamados menores extranjeros no acompañados-, la Junta de Andalucía asume su tutela para garantizarles una protección hasta que lleguen a la mayoría de edad. Las ONG vienen advirtiendo del incremento de esta realidad social. En la actualidad, de los 2.100 menores que tiene bajo su tutela la Administración autonómica en toda Andalucía, unos 800 son inmigrantes que no venían acompañados. Es decir, representan más de un tercio del total que están tutelados por la Junta.

Según las organizaciones humanitarias, la mayoría de estos menores son varones. Muchos llegan en patera, pero también hay algunos que han entrado de forma irregular en España escondiéndose en los bajos de un camión. La Consejería de Igualdad y Políticas Sociales cuenta en la comunidad autónoma con 226 centros y 2.335 plazas para todos los menores tutelados. Cuando estos llegan a la mayoría de edad, el Programa + 18 -que es voluntario- les ofrece apoyo para orientarlos hacia su autonomía. Esa ayuda pasa por formación para su inserción laboral y pisos en los que pueden vivir, en los que tienen cubiertas sus necesidades básicas. También hay centros de día en los que se les apoya para que puedan hacerse independientes.