Málaga

La cifra de titulados universitarios cae un 20% en el último curso académico

  • La reducción del número de alumnos, el abandono de los estudios y la prolongación del periodo estudiantil explican el fenómeno · El volumen de egresados retrocede más de un 30% en Derecho, Filosofía y Letras, Psicología y Empresariales

El volumen de estudiantes universitarios que el año pasado abandonaron las aulas con un título bajo el brazo se elevó a 2.807. Esta cifra representa una caída del 20% respecto a los resultados del año anterior y ha sido especialmente acusada en titulaciones como Derecho, Filosofía y Letras, Psicología y Empresariales con retrocesos en el número de egresados que oscilan entre el 30 y 40%.

Alejandro Rodríguez Carrión, decano de la Facultad de Derecho, explica que ahora se sufren las consecuencias de la disminución que ha experimentado la matriculación de nuevos estudiantes. A pesar de que Derecho no figura precisamente entre las disciplinas que más ha acusado el descenso de la población universitaria, Rodríguez Carrión pronostica que el "declive de las matriculaciones todavía nos mantendrá dos años más con decrecimiento de egresados" y a partir de ese horizonte crecerá de forma proporcional a la entrada de nuevos estudiantes.

Es más, el decano de Derecho presiente que habrá movimientos de consideración a medio plazo, porque por un lado se crearán las titulaciones oficiales de Criminología y la doble de Derecho y Económicas que previsiblemente tirarán de alumnos que de no existir las nuevas ofertas podrían sentirse atraídos por Derecho. Sin embargo, la crisis económica puede conducir a las aulas a otros jóvenes seducidos por las oportunidades del empleo público y también es un riesgo "grave convertir la universidad en una guardería de la segunda edad".

El vicerrector de alumnos de la Universidad de Málaga, Juan Antonio Perles, señala por un lado que si se matriculan menos estudiantes "es lógico que sean menos los que terminan", pero también apunta otras explicaciones: "Los alumnos tardan ahora más en terminar la carrera, algo que es muy notorio en las titulaciones técnicas porque muchos se encasquillan con el proyecto de fin de carrera". Además, los estudios en muchas ocasiones se han convertido en una ocupación compartida con el trabajo "fenómeno que también tiene mucho impacto en el volumen de egresados".

Por ejemplo, los egresados de Telecomunicaciones tardan entre seis y ocho años en concluir la carrera, media que oscila entre los siete y 11 años en el caso de los ingenieros industriales y se queda ligeramente por debajo de los ocho años en Derecho. También llama la atención el elevado volumen de estudiantes que no se presentan a las diferentes convocatorias de exámenes. Más de la mitad no se examinan. No obstante, esta proporción no es homogénea: varía desde el 65% de no presentados en febrero, al 35% de junio, un 69% en septiembre y el 38% de diciembre.

¿Y la Logse ha podido empeorar el rendimiento académico de los universitarios? La actual ley de educación es de 1990 y entró en vigor al año siguiente, por lo que los titulados universitarios que salen ahora de las aulas han transitado durante la mayor parte de su vida académica por el territorio Logse. El vicerrector Perles es prudente: "No es desorbitado llegar a la conclusión. Es cierto que ahora los estudiantes tienen más dificultades académicas", indica.

El decano de la Facultad de Filosofía y Letras, Sebastián Fernández, asegura que ha corregido trabajos en los que gobierno aparecía escrito con una v y todavía recuerda con asombro cómo un grupo de alumnos preguntaba por el significado de obsoleto. En su opinión los alumnos están peor preparados porque la Logse "aunque tuvo un desarrollo normativo magnífico, no contó con presupuesto", por eso en su opinión los estudiantes tienen dificultades serias en cuestiones como redacción, ortografía o conocimiento de conceptos. Esta falta de preparación hace "que muchos desistan y abandonen".

Rubén García, alumno de Derecho y miembro de la asociación estudiantil Progreso, reconoce que la tesis de que los alumnos llegan ahora peor preparados del bachillerato forma parte del discurso habitual de las autoridades académicas, junto a la crítica de que hay "manga ancha" en Selectividad. "Posiblemente sea poco rentable desde un punto de vista político que las pruebas de acceso sean más duras porque no se quiere dar la idea de que se cierra el acceso a la universidad pública", sin embargo, la función de criba la cumple el primer curso académico.

En su opinión, el fracaso académico en el primer año de universidad también se explica por los problemas de acople que sufren unos jóvenes que proceden de clases de apenas 25 alumnos, acostumbrados a mantener una relación muy estrecha con su profesorado y a superar pequeños bloques de materias y de pronto "nos vemos en aulas de 125 personas, donde el profesor no te conoce y los horarios no tienen una rutina tan estricta". Otra cuestión que observa este estudiante de la asociación Progreso es la "saturación", porque los contenidos son muy amplios y "se quiere meter mucha materia en poco tiempo".

En este sentido, las estadísticas señalan que el índice de asignaturas superadas por asignaturas matriculadas apenas alcanza el 0,36 en Empresariales, una titulación que ha sufrido el último año un retroceso del 30% en la cifra de alumnos titulados. Este coeficiente oscila entre el 0,41y el 0,45 en las carreras de la Escuela Politécnica, Informática y Telecomunicaciones, mientras que en Derecho se eleva al 0,45. El caso opuesto es Ciencias de la Salud, con una tasa de asignaturas superadas por asignaturas matriculadas del 0,84.

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