Más de 200 rayos, lluvias intensas de barro y granizo. La depresión aislada en niveles altos (Dana), que el domingo pasado descargó una tromba de agua que inundó parte de la capital, volvió ayer a dejar un revuelto panorama en parte de la provincia. Aunque llovió en gran parte del territorio malagueño, fue en el entorno de la capital y en la comarca del Guadalhorce donde lo hizo con más fuerza, lo que ha permitido aliviar ligeramente la situación de los embalses de la zona.

Entre el área geográfica de Málaga, la Sierra de Almijara y el mar de Alborán las tormentas dejaron casi dos centenares de rayos en una jornada de inestabilidad generalizada, en la que lo más llamativo fue que llovió barro. La razón fue la densa capa de polvo en suspensión procedente del norte de África que está sobre la Península desde hace varios días y que no desaparecerá hasta el sábado a mediodía.

Unos 200 rayos se contabilizaron ayer en el entorno de Málaga con las tormentas

Lo peor parece que ya ha pasado y a partir de anoche, aunque aún había riesgo de que se produjeran chubascos de barro en algunos puntos, ya se esperaba que el riesgo se alejara definitivamente de la provincia de Málaga.

Pero antes la inestabilidad dejó cantidades importantes en puntos como el aeropuerto de Málaga con 24 litros por metro cuadrado, los 20 litros de Torremolinos, los 18 de Campillos, los 15 de Alhaurín de la Torre o los 14 de Ronda y Álora, respectivamente, según los datos del Centro Meteorológico de Málaga.

Especialmente buena noticia fue el hecho de que al fin lloviera con cierta intensidad en los pantanos del Guadalhorce donde cayeron unos 14 litros por metro cuadrado y, que unido a las lluvias del pasado domingo, han mejorado levemente su delicada situación. Unos cuatro hectómetros cúbicos han aumentado las reservas hídricas embalsadas en los tres pantanos.

Eso hace que el volumen general de los siete embalses de la provincia supere ahora los 311 hectómetros cúbicos, lo que supone que se encuentran prácticamente a la mitad de su capacidad total.

Pero solamente el pantano de La Concepción, situado en la Costa del Sol occidental, está al cien por cien y ha habido que desembalsar incluso agua por razones de seguridad como ya ocurrió tras las inundaciones de diciembre del año pasado.

La clave está en lo que ocurra en los próximos meses y desde luego en las próximas semanas parece que ya no lloverá más. La inestabilidad de los días dará paso a partir de hoy a un tiempo tranquilo en el que las temperaturas subirán de forma considerable acercándose ya a valores primaverales.

Por otra parte, una sorpresiva granizada dejó un paisaje casi invernal y más propio de una nevada en las proximidades de la localidad de Campillos, quedando campos y la carretera que une esta localidad con Málaga cubierta por un manto blanco en un tramo situado junto a la planta de biogás, hasta el punto de que durante algunos momentos resultó compleja la circulación.

Efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos, Guardia Civil, Policía Local y servicios de mantenimiento de carretera tuvieron que actuar ante el desbordamiento de un río y para ayudar a los ocupantes de un vehículo que quedaron atrapados en el barro, aunque no hubo que lamentar la existencia de heridos.