Málaga

Los trabajadores de Limasa exigen que los privados no cobren la asistencia técnica

  • El comité está abierto a negociar en tres aspectos, pero "si estamos en crisis nos sacrificamos todos"

Tras una reunión de cuatro horas y media y los reproches de unos y otros por el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y una posible huelga en Navidad como telón de fondo, la dirección de la empresa Limasa y el comité trataron de avanzar en la negociación y evitar el conflicto que se avecina si no hay acuerdo en las próximas semanas. Los trabajadores han puesto sus cartas sobre la mesa y aseguran que están dispuestos a negociar las vacaciones, los descansos y los seis días extra, pero siempre que los socios privados del Ayuntamiento de Málaga -FCC, Sando y Urbaser que tienen el 51% de las acciones- renuncien en 2014 al canon por asistencia técnica que supone unos 2,4 millones de euros al año "porque si estamos en crisis tenemos que sacrificarnos todos".

Los representantes sindicales propusieron a la empresa, en una nueva reunión de la mesa negociadora en la que quedó recogido oficialmente en acta, prorrogar el próximo ejercicio el laudo dictado por el árbitro designado por el Consejo Andaluz de Relaciones Laborales en marzo de este mismo año sobre las vacaciones, pero con algunos matices. Es decir, la plantilla estaría dispuesta a dividir las vacaciones desde el 1 de enero de 2014 y distribuirlas en 15 días durante los cuatro meses de verano y otros 15 días durante los otros ocho meses restantes, además de mantener la jornada laboral de lunes a sábado con los domingos y un día rotatorio de la semana de descanso durante esos ocho meses y sólo trabajar de lunes a viernes en la temporada estival.

Además, el comité mantiene su disposición de renunciar a los seis días de vacaciones extras que consiguieron en el convenio de 2010, lo que supondría un ahorro de 1,5 millón de euros para la empresa. Con estas tres medidas, el presidente del comité de empresa, Manuel Belmonte (UGT), aseguró que el ERTE "caería por su propio peso" puesto que la empresa ya no podría alegar razones productivas y organizativas para aplicarlo porque "se lograría de sobra el ahorro previsto". Si la empresa sigue adelante, advirtió que "dentro de la legalidad estarían cometiendo una ilegalidad porque las razones del ERTE son realmente económicas y así lo han repetido siempre".

Sin embargo, el concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, señaló que la eliminación de los seis días de descanso acumulado "no supone ningún ahorro real a Limasa, aunque se valora la medida porque habría una mayor calidad del servicio". Sí destacó, en cambio, haber logrado "al menos un punto de inicio" sobre el reparto de las vacaciones, si bien el Ayuntamiento de Málaga y la dirección de la empresa siguen defendiendo que deberían distribuirse durante todo el año entre los 1.250 trabajadores que forman la plantilla fija, en vez de concentrarlas en verano, para ahorrar en la contratación de eventuales.

Aún así, el edil reiteró que la empresa "está abierta a todo tipo de opción, siempre y cuando pueda ajustarse al presupuesto de 2014, que se verá reducido en seis millones de euros" y recordó que el ERTE "sería la última alternativa a aplicar". Belmonte también reconoció que llegar a una huelga sería "penoso y lamentable", pero advirtió que "no vamos a distraernos porque tenemos las ideas muy claras". La negociación continuará en un nuevo encuentro el martes.

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