Málaga ayer y hoy

La tradición peletera convertida en referencia

  • Campillos: el pueblo perteneció a Teba hasta que en el siglo XVII el rey Carlos II le concedió el privilegio de villazgo, convertido en importante centro ganadero y agrícola.

Rodeado de tierras llanas y fértiles que tradicionalmente se han destinado al cultivo de cereales y olivar, Campillos surgió como población tras la autorización concedida por los Reyes Católicos en 1492 para que un grupo de vecinos de Osuna se instalaran en unas tierras arrendadas por Juan Ramírez de Guzmán, mariscal de Castilla y primer señor de Teba, una vez que el fin de la Guerra de Granada había eliminado el peligro de la cercana frontera.

Estos primeros habitantes, a los que se unieron otros procedentes de Teba y Antequera, constituyeron un primer núcleo de población con casas y chozas para el ganado, según el historiador Víctor Heredia. Durante la segunda mitad del siglo XVI la población siguió creciendo con la llegada de nuevos habitantes procedentes de Castilla, Extremadura y Andalucía, aunque administrativamente todavía dependía de Teba.

Fue en el siglo XVII cuando los vecinos de Campillos decidieron comprar su jurisdicción y finalmente el rey Carlos II le concedió el privilegio de villazgo en 1680 con ayuntamiento y jurisdicción propia. "Esta concesión se consiguió mediante el pago previo de más de 2.370.000 maravedíes por parte de sus vecinos", contó Heredia.

Además de ser un importante centro agrícola y ganadero, Campillos se consolidó como un núcleo de comunicaciones entre el Reino de Sevilla y la diócesis de Málaga. La economía del pueblo se ha basado tradicionalmente en la agricultura, sobre todo del cultivo de cereales y olivar, y en la ganadería. Como resultado de esta última actividad a mediados del siglo XIX ya existía una importante tradición peletera, de manera que había 30 artesanos que en invierno preparaban pieles de cabra y borrego, y que ha conseguido mantenerse hasta la actualidad. También destacaba la arriería por las buenas comunicaciones de la localidad, y los molinos de aceite y las fábricas de paño.

El casco urbano está formado por calles anchas que siguen un trazado octogonal, propio de una población constituida ya en época cristiana. La actual avenida Puerta de Teba es una de las más antiguas de Campillos y en la actualidad es una de las más comerciales. Pero la plaza de España es el centro neurálgico del pueblo y que alberga la iglesia del Reposo, principal monumento de la localidad. Campillos, con una población de unos 8.500 habitantes, sigue siendo un cruce de caminos por su estratégica situación geográfica que le permiten tener buenas comunicaciones con varias capitales andaluzas y con centros comarcales.

Campillos en 2017. Campillos en 2017.

Campillos en 2017. / JAVIER FLORES (Campillos)

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