Un invitado de excepción se coló ayer en las bodas de oro de la travesía a nado del Puerto, que registró un récord de participantes. Las medusas no estaban inscritas y quisieron ser protagonistas. Pero la organización lo evitó y sólo un nadador, menor de edad, tuvo que retirarse por picaduras. Aunque otros tres, dos de ellos también menores, fueron auxiliados igualmente por las unidades de salvamento, al encontrarse fatigados en mitad del trayecto. Para evitar las picaduras, los equipos de limpieza del Ayuntamiento realizaron varias batidas antes de la prueba y la Fundación Deportiva facilitó loción antipicaduras a los participantes. Fue más últil que los bañadores milagro, aunque hubo quien nadó con traje de neopreno.

La megafonía anunció que un total de 606 personas se habían inscrito, pero al final sólo 405 concurrieron a la cita. El ganador de la prueba, Marcelino Borja Caquero, completó el kilómetro de recorrido en 15,02 minutos. La primera fémina clasificada, que llegó varios minutos más tardes, fue Patricia Ramírez Perejil. Pero el carácter de esta travesía, cuya primera edición se remonta al 13 de agosto de 1950 (aunque algunos años dejó de celebrase), es popular. Había nadadores de todas las edades. El último invirtió algo menos de una hora, pero ayer ganaron todos los que cruzaron la meta.