Antequera continuaba ayer bajo la alerta amarilla, después de vivir el martes el inicio de su Real Feria de Agosto bajo una tromba de agua que no permitió que pudiera concluirse el pasacalle ni tampoco que se llevara a cabo el acto del encendido del alumbrado. El peor momento, según declaró la concejal de Seguridad, Carmen Rosa Torres, se vivió "sobre las 23:00 y las 00:00, ya que se registraron 25 litros por metro cuadrado, aunque la rápida actuación de la Policía Local, los voluntarios de Protección Civil y Bomberos evitó daños mayores". El trabajo coordinado de todos ellos consiguió solventar el caos que se instauró en las calles de la ciudad, en la que en ese momento se encontraban numerosos ciudadanos disfrutando del tradicional desfile, que se suspendió de forma inmediata.

La lluvia causó diversas complicaciones en el tráfico por el nivel del agua provocado por el taponamiento de los sumideros, que acumularon cartones y material ligero, que fue retirado por los operarios municipales. Algunas de las calles más afectadas fueron Alameda, Cruz Blanca, Calzada, Diego Ponce y la Avenida de la Estación. Los bomberos también tuvieron que acudir al recinto ferial, que se llenó de barro y agua, aunque antes de las dos de la madrugada ya se había recuperado la normalidad. "Afortunadamente no ha habido que lamentar daños personales ni materiales importantes", resaltó Torres.

Las comunicaciones ferroviarias también han sufrido daños y así la línea que une Córdoba y Málaga permanecerá cortada hasta el domingo a primera hora, según anunció el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). En concreto, permanece cortado el tramo existente entre Córdoba y el municipio malagueño de Bobadilla Estación.

De este modo, unos seis trenes regionales se verán afectados por esta situación hasta que se pueda llegar a la zona y acondicionar las vías.