Málaga

Una ventana abierta al sabor de Málaga

  • La primera feria agroalimentaria muestra los productos típicos de la provincia, desde los quesos a los aceites

El buen tiempo y la posibilidad de disfrutar de un día festivo contribuyeron, pero la ocasión también lo merecía. Muchos de los empresarios que ayer participaron en la primera feria agroalimentaria Sabor a Málaga coincidieron en destacar a este periódico el éxito que el evento cosechó en su debut. Más de medio centenar de expositores de fabricantes y distribuidores de la provincia ofrecen hasta este domingo una amplia variedad de los elementos más destacados de todas las comarcas, con lo que se pretende potenciar los encantos de la gastronomía malagueña. Productos como queso, miel, vinos, pasas, embutidos, aceitunas y aceites son los grandes protagonistas de esta cita culinaria, de la que puede disfrutarse en la plaza de toros La Malagueta.

El recorrido se inicia al ritmo de verdiales con actuaciones en directo, que se proponen comenzar a dejar buen sabor de boca. Al entrar en el recinto, los visitantes pueden acompañar a su tapa uno de los populares vinos de Bodega El Pimpi. A solo unos metros de este expositor se encuentran las instalaciones que ofrecen múltiples degustaciones, a cargo de empresarios ilusionados por promocionar su marca. Manuel Conde regenta El tío las papas, que ayer consiguió ser uno de los mostradores más frecuentados. "Llevamos 20 años en el mercado gracias a la demanda. Trabajamos con un aceite muy bueno y con un servicio muy rápido", afirmaba.

Con la misma sonrisa atendía Rosario Ginés, fundadora del obrador pastelería que lleva su nombre. Mantener viva la tradición malagueña es la máxima de su negocio. "Si un pueblo pierde su cultura, pierde su identidad", subrayaba. Empezó, hace casi 30 años, haciendo tortas en Cuevas de San Marcos, su tierra natal, lo que le permitió saltar a la fama. Uno de sus productos estrella es el llamado pan de cortijo, apto para celíacos, al que se unen otros como la torta de aceite. Ofrecen mantecados caseros, polvorones de almendra y roscos sosos, típicos de su pueblo.

La ruta continúa por una zona de artesanía marroquí. El responsable de uno de los puestos explicaba que su empresa representa a la mujer campesina de este país que enseña artesanía a las niñas. "La gente se interesa mucho, esperamos que se traduzca en éxitos", decía. Otro de los stands que ayer atraía la mirada de muchos visitantes era el de Abejas y miel, una cooperativa que apenas cuenta con un año de vida. Las velas con cera de abejas hechas a mano es su principal reclamo, además de productos cosméticos. Francisco Sánchez permanecía detrás del mostrador de la agrupación de ganaderos de los Montes de Málaga. "Ofrecemos queso fresco, semicurado y curado de leche pasteurizada", explicaba. La Diputación de Málaga, organizadora de la feria, ha puesto a disposición de los municipios menores de 20.000 habitantes un total de 16 autobuses. En uno de ellos -y desde Colmenar- llegó Teresa Muñoz, con un nutrido grupo de amigas. "He comprado pestiños para mi nieta. Aprovecharemos para visitar la ciudad", reconocía.

Una ocasión más para potenciar los encantos gastronómicos de la provincia. 

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