Málaga ayer y hoy

La villa que creció en torno a su iglesia

  • Casabermeja: el emperador Carlos V fue el que ratificó la carta poblar que supuso el origen de este pueblo, en el que la torre de su parroquia y el cementerio son sus símbolos por excelencia.

En un paisaje de campiña formado por suaves colinas que constituye tradicionalmente un área de cultivo de cereales, se erige el casco urbano de Casabermeja que se extiende por una ladera que le confieren a sus calles unas características fuertes pendientes. La población surgió en la zona de contacto de Los Montes con las tierras fértiles del Corredor de Colmenar, y hay varios yacimientos prehistóricos que testimonian la ocupación de estas tierras en la Edad del Cobre. Durante la época romana también existió una villa romana vinculada a la explotación agrícola del lugar y que dio lugar a la existencia de un poblamiento en la Edad Media. El historiador Víctor Heredia explicó que, después de la conquista de Antequera en 1410, la frontera entre los reinos de Castilla y Granada se trasladó a esta zona, por lo que hasta la caída de Málaga en 1487 fue un área sujeta a los continuos enfrentamientos entre castellanos y nazaríes.

Sobre los restos de ese asentamiento medieval se construyó a principios del siglo XVI una iglesia llamada de Nuestra Señora del Socorro y en torno a la cual se formó el núcleo primitivo de Casabermeja. Así, una vez terminada la Guerra de Granada y perdida su condición fronteriza, los Reyes Católicos y sus sucesores emitieron varias cartas de poblamiento del lugar. Pero aseguró que "la que se considera documento fundacional de la villa es la ratificada por el emperador Carlos V fechada en 1550, en la que disponía que el número de vecinos se limitara a 60 en el pueblo que entonces dependía administrativamente de Málaga". Fue en el siglo XVII los vecinos de la villa compraron al rey su jurisdicción y Casabermeja se convirtió en municipio independiente.

El auge del cultivo de la vid en sus montes, la producción de cereales y su situación intermedia entre Málaga y Antequera hicieron que la población experimentara un notable desarrollo a lo largo del siglo XVIII. Ante el aumento de habitantes de la villa, la iglesia del Socorro se fue quedando pequeña y hubo que ampliarla en varias ocasiones a lo largo de los siglos XVIII y XIX, época de la que data su imponente torre que se erige en referencia de todo su entorno. El pueblo creció desde la iglesia hacia la parte superior de la ladera y el eje viario del camino de Málaga. La urbanización de ese eje dio lugar a la calle Real, donde se han concentrado históricamente las mejores viviendas. Otro de los hitos del pueblo es el cementerio de San Sebastián, uno de los más singulares de España y declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

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