fallo administrativo

"A la vista está que no he muerto"

  • Juana Escudero, vecina de Sevilla, intenta demostrar desde hace seis años que no ha fallecido, pese a que aparezca como enterrada en Parcemasa

Juana Escudero muestra su DNI

Juana Escudero muestra su DNI / Antonio Pizarro

Si a Juana Escudero Lezcano, de 53 años, le hubieran contado en 2010 que iban a darla por muerta no se lo habría creído. Menos aún que tendría que enfrentarse a una auténtica odisea burocrática para demostrar lo contrario. Está viva, pese a que una tumba en el cementerio de San Gabriel (Parcemasa) rece lo contrario. Fue en 2011 cuando la mujer, vecina de la localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra, tuvo conocimiento de su hipotético entierro. "Sufrí un cólico nefrítico y el médico, al meter mis datos en el ordenador de la Seguridad Social, me dijo que salía como fallecida. A la vista estaba que no había muerto. Cuando me repuse, volví y pregunté qué podía hacer", explica a este periódico. Fue así como dio comienzo un recorrido por distintas administraciones en busca de una explicación que a día de hoy no ha encontrado. Solo le han confirmado que en Málaga existe un nicho en el que hay una persona que coincide en nombre, apellidos y fecha de nacimiento (11 de septiembre de 1963) con ella.

Juana asegura estar "harta" de tener que oír que ha perecido en cada gestión que pretende hacer, ya sea en Comisaría o en la Jefatura de Tráfico. "Cuando me vieron dijeron: 'Esta mujer no está fallecida". Hicieron la corrección oportuna para renovarme el carné. Pero en octubre supe que no estaba solucionado. Me iba de viaje y había perdido el DNI. En Comisaría me comentaron que no podía sacármelo porque estaba fallecida", relata. A los 15 días le informaron de que el error procedía de Málaga, donde figuraba como enterrada.

El año pasado llegaron a asegurarle que su muerte había sido certificada por el Juzgado de Instrucción número 2 y pensó en que quizá se le confundió con una hermana que tiene sus mismas iniciales, pero la Policía le indicó que no era posible. Este martes, cuando acudió al hospital por un dolor, volvió a aparecer como difunta. Lo irónico, recalca, es que para los bancos, que le cobran con normalidad, no lo esté. "Pago mes a mes mi hipoteca", destaca.

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