Los más de 4.430 vecinos que se han opuesto formalmente a la construcción de una plataforma logística de apoyo al Puerto en el barrio no están solos. Su reivindicación es semejante a la que hace el Ayuntamiento de Málaga, cuyo equipo de gobierno ha mostrado públicamente su rechazo a la intervención al incidir seriamente sobre las previsiones de crecimiento de la ciudad. La posición del Consistorio en los últimos meses no ha dejado lugar a dudas.

Y la alegación presentada al documento supramunicipal tampoco. En la misma, se rechaza la localización propuesta por "inadecuación" del terreno elegido, debido a la topografía del mismo y a la "inaccesibilidad" ferroviaria. Otro de los elementos criticados por los técnicos municipales es la "desproporción" de la superficie de suelo reservada, al no existir "ningún estudio de demanda". Pero el principal motivo de queja municipal no es otro que el efecto demoledor que tendría sobre las previsiones que el nuevo Plan General hace para este espacio de la ciudad. "De admitirse el puerto seco deberían ser desclasificados en el PGOU los suelos urbanizables previstos tanto residenciales como productivos y un gran equipamiento", concluye la alegación municipal.

Por su parte, el principal grupo de la oposición, el PSOE, prefiere mantener la prudencia y aconseja esperar a que se precisen más los detalles de la operación planteada. "Hace falta que la Junta precise mucho más el proyecto y la escala de la parcela donde se prevé el puerto seco, porque ahora no se puede determinar quiénes son los afectados", comenta el portavoz de esta formación, Enrique Salvo. No obstante, y a pesar de que la agrupación socialista de Campanillas avaló las tesis de los vecinos, Salvo subraya el importante efecto que esta plataforma logística tendrá sobre la zona, al generar varios miles de puestos de trabajo. "Vamos a trabajar para que el número de afectados sea el mínimo", asevera. Este periódico trató sin éxito conocer la posición de la Junta de Andalucía.