Había aguantado el tipo y tuvo sus oportunidades, pero el guión de la eliminatoria saltó por los aires con dos despistes que se habían venido anunciando. El Atlético Malagueño cayó por 2-0 en la ida de la final por el ascenso a Segunda B contra un Unión Adarve que se valió del juego directo y el balón parado para alejar el sueño. Dos goles postreros de Álvaro y Olmedo obligan a buscar la épica el próximo fin de semana en La Federación.

Ruano planteó un once con Ían Soler en el centro del campo a sabiendas de lo que se venía. El Adarve buscó alejar el balón del suelo para forzar el error. Apretó durante todo el primer tiempo, donde el filial sufrió para encontrar su sitio. No sería hasta la segunda parte cuando el Malagueño se asentó y enseñó los dientes al contraataque, dejando el balón al conjunto madrileño.

Kuki tendría la más clara rondando la hora de juego. Se volvió loco el partido y en una buena acción por la izquierda el centro raso de Javi Jiménez encontró al atacante malaguista en los 11 metros, cuyo remate algo centrado se topó con el portero. Fue el prolegómeno a alguna llegada del Adarve y la acción polémica: un posible penalti sobre Wojcik cuando encaraba al portero en el filo del área. El ariete malaguista fue la opción más clara de peligro una vez el encuentro volvió al terreno del equipo de Víctor Cea, mediante balones a la espalda que no consiguió resolver con acierto, bien cubierto por la zaga. 

Rondando el final, tras haber sufrido en varias acciones a balón parado, llegó el desastre que no se preveía. El 0-0 se daba por muy bueno cuando un córner por la derecha que pudo haber evitado Aarón se encontró con el remate al primer palo de Álvaro, también ante el posible error del meta. Corría el 87', también era aceptable, pero ya en el 93' y con el Adarve volcado llegó un saque de banda largo que prolongó un atacante y empujó en el área pequeña Olmedo para el éxtasis del Polideportivo Vicente del Bosque.

Un cierre de partido que pone las cosas difíciles, no imposibles, para un Atlético Malagueño que se encomienda al campo de la Federación Malagueña para firmar una remontada que lo lleve a Segunda B.